SOBRE UN INFORME FALAZ Y OTROS TEMAS


Para la mayoría de los nayaritas, el informe fué  exactamente como se esperaba, una sarta de mentiras y verdades a medias, es decir, un reflejo de la demagogia, falsedad y corrupción que han caracterizado al actual desgobierno, que, gracias a Dios ya llega a su fin. Sin duda, a los nayaritas no nos importan las adicciones, ni las amistades o enemistades de los gobernantes, son de su ámbito privado  en tanto que no afecten sus acciones de gobierno, y sobre todo, la vida de los gobernados, a este último tema  dedicaremos esta columna.
En primer lugar, desde luego que el gobierno está reprobado en seguridad, al ser Nayarit de los estados más inseguros y violentos de la república, como ya ha sido boletinado por el gobierno de los Estados Unidos, las casi 800 muertes violentas en los últimos años lo demuestran claramente, debido a unas fuerzas estatales de seguridad corruptas e ineficientes.
En finanzas también esta reprobado este gobierno fallido que ha endeudado al estado en  más de cinco mil millones en obras innecesarias y frívolas, como las ciudades de las artes, de la salud, los hoyos viales, etc; desfalcando los fondos de pensiones de la burocracia y el magisterio estatales, dejando sin mantenimiento, ni equipamiento cientos  de escuelas urbanas y rurales; creando más dependencias burocráticas inútiles que han aumentado  considerablemente el gasto corriente, como la Secretaría del Trabajo, la de Educación Media Superior, la de Administración, etc.
Además de todo lo anterior, tendrán que pagarse de intereses solamente  más de 300 millones de pesos anuales, la deuda pública a MARZO DEL 2011, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sin incluír los últimos préstamos otorgados, ya ascendia al 87.3 por ciento de las participaciones federales directas y al 4.9 por ciento del PIB estatal, esta proporción nos convierte en el segundo estado más endeudado, sólo después de Quintana Roo que es del 5.2 por ciento, y es más del doble del promedio anual nacional de deuda pública sobre PIB, que es del 2.3  por ciento.
¿Cómo le hará Roberto Sandoval para sortear este cataclismo financiero?; no lo sabemos, pero sin duda necesitará elaborar un plan de AUSTERIDAD y sugerimos que proponga una Ley de Salarios  Máximos para los tres poderes del estado, así  como  buscar recursos federales a fondo pedido para proyectos especiales de desarrollo e infraestructura.
Pero lo peor de todo, según nos informa uno de nuestros escasos  lectores que labora en el sector salud del estado, es que, al parecer, el cacique que todavía nos desgobierna, pretende imponer en la Secretaría de Salud a un médico de poco prestigio que se ha caracterizado por su misoginia,  prepotencia y trato despótico, que es su incondicional, llamado Adrián Cervantes Abrego, jefe de Servicios de cirugía del hospital general, según ya ha sido  denunciado en esta columna por una doctora de origen cubano, y ahora por  otros trabajadores del sector de salud, que pidieron el anonimato por razones obvias.
Ojalá que Roberto Sandoval, no permita esta imposición  que al parecer es con el propósito de que cubra las espaldas del ex secretario  de salud Ómar Reynoso,  quien acabó por completo  con la calidad de los servicios de salud en todo el estado y según dice la diputada Ivideliza Reyes, desvió y malversó millones de pesos, y hasta quemaron  los expedientes y archivos contables, a pesar de todo, lo hicieron diputado tricolor.
Al parecer el gallo de Roberto Sandoval es el DR. Pavel Plata  Jarero,  excelente médico ortopedista y actual director de Servicios de Salud Municipales, hombre honesto y de trabajo, que sin duda hará mejor papel para sacar adelante una de las dependencias más importantes del gobierno, que es la Secretaria de Salud, que hoy por hoy no es capaz de brindar al pueblo los servicios más elementales por carecer de medicinas, material de curación, suficientes médicos especialistas e instalaciones adecuadas para el servicio a la población de escasos recursos, que sólo dispone de ese servicio para atender sus enfermedades.
Ojalá que el nuevo gobernador entienda que no puede mejorar la salud con elementos que ya han probado su ineptitud y soberbia. Roberto Sandoval tiene el compromiso moral de hacer un buen gobierno, que ponga buenos y capaces funcionarios, sobre todo en áreas tan sensibles como la salud, donde tantas quejas existen de un pésimo servicio por parte de los usuarios, y hasta del personal médico que presta sus servicios en condiciones de miseria con carencias hasta de lo más indispensable.
Nomás falta que el autócrata también quiera imponer a los funcionarios encargados de la Seguridad.

¿Usted qué opina, amable lector?



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