Como ya lo habíamos anticipado, el amigo Acosta Naranjo se rajó, no aceptó sumarse a Martha Elena como cabeza de la alianza PAN-PRD, y buscó por todos los medios posibles no cumplir con el convenio firmado meses atrás, en el cual se comprometieron tanto el propio Naranjo, como Martha Elena, a aceptar que una encuesta, (que en este caso fueron dos), decidiera quien de los dos sería el abanderado de la alianza en cuestión, a pesar de que ambas encuestas; una realizada a solicitud del PAN por la empresa ISA, y otra a solicitud del PRD por la empresa IPSOS, señalaron claramente que Martha Elena estuvo arriba, no sólo en intención de voto, sino también con el menor voto de rechazo de la población.
En estas condiciones, no puede justificarse este cambio de opinión y la falta de compromiso por parte de Naranjo, pues desde hace más de un año Martha Elena ha estado muy por arriba en todas las encuestas a pesar de la intensa y costosa precampaña realizada durante ese tiempo por el amigo Naranjo, con recursos y apoyos millonarios del gobierno federal, sin embargo, nunca superó a Martha Elena; pese a que ella aceptó someterse a todos sus caprichos, incluyendo los remedos de debate, para mejorar su imagen sobre la base de mostrar su mayor capacidad retorica y preparación sobre Martha Elena, llegando incluso a la agresión y descortesía, todo esto lo aceptó ella estoicamente y ni así pudo el amigo Naranjo superarla en ninguna encuesta.
Sólo faltó que la obligara a jugar volados y rayuela, a ver si acaso así podía.
Ahora resulta que quieren las cúpulas del PAN y del PRD una nueva encuesta el día 26 de mayo, a un mes de iniciadas las campañas, con la esperanza inútil de que ahora sí podría Naranjo declinar a favor de Martha si la encuesta de marras la sigue favoreciendo, ¡ira que a gusto!, y si favorecen a Naranjo ¿Martha tendría que renunciar?
Esto parece una vacilada, una falta de seriedad para los simpatizantes, y difícilmente podría llevarse a cabo en mitad de la campaña política.
Si Naranjo no tuvo la grandeza y la humildad para aceptar que no es el candidato idóneo durante la precampaña, es casi imposible que un mes después, ya encarrerado, decida declinar a favor de Martha Elena.
Desgraciadamente el amigo Naranjo desperdició esta única oportunidad que la vida le dió para demostrar grandeza de estadista, le ganaron la soberbia, el ego, el rencor, y quizás los halagos y mentiras de sus aduladores.
Creo que su conducta decepcionó a muchos Nayaritas, incluyendo perredistas de buena fé, que son la mayoría, al dificultarles el acceso a una vida segura y tranquila con un gobierno mejor, más plural, transparente y sensible, que sea de todos y para todos, incluyendo priístas, panistas, perredistas y las mayorías apartidistas.
Martha tendrá ahora un difícil camino cuesta arriba, que podrá sin duda llevarla al triunfo con un trabajo tenaz y constante, con el apoyo de todos los ciudadanos que queremos un estado mejor, con paz, seguridad y progreso que nos han sido arrebatados por este corrupto gobierno perverso que nos ha conducido al retroceso económico, político, social y sobre todo a una inseguridad extrema, para llegar a ser un estado sin Ley ni respeto por la vida, donde las fuerzas estatales y municipales de seguridad son sólo una triste parodia, dependiendo exclusivamente de las Instituciones Federales como la policía Federal, el Ejercito y la Armada. Deberá convocar a todos los grupos y liderazgos dispersos y ciudadanos sin partido, que somos la mayoría, a una gran cruzada por el rescate de Nayarit, escuchando todas las voces que desean apoyarla.
El amigo Naranjo cargará sobre su conciencia el juicio de la historia y el de los Nayaritas, ante quienes pasará como un político brillante, constructor de alianzas victoriosas en Puebla, Sinaloa y Oaxaca, que derrotaron cacicazgos de 80 años, pero que en su tierra adoptiva, Nayarit, no quiso, por soberbia y ambición, ser el artífice de una nueva alternancia con grandes posibilidades de iniciar una verdadera etapa de transición al progreso, la democracia y la paz que tanto extrañamos y exigimos todos en Nayarit.
Ojalá que en un momento de reflexión, y si es el caso, de amor a Nayarit, decline a favor de Martha Elena y asegure así el triunfo de la alianza, que él promovió en un principio (el año pasado), y destruyó el día 27 de abril del 2011 con su ambición y ego desmedidos.
¡Todavía puedes rectificar amigo Naranjo!, ¡Demuestra tu amor por Nayarit reconstruyendo la alianza!
¿Usted qué opina, amable lector?
