Nayarit bajo el actual gobierno, sin duda ha retrocedido en todos los órdenes, el social, el político y el económico, agregándole ahora un nuevo ingrediente o factor para su retroceso, que es el de la inseguridad que es hoy por hoy el más peligroso porque afecta a todos los ciudadanos pacíficos y trabajadores que pueden ser víctimas del crimen organizado en cualquier fuego cruzado y en cualquier lugar del estado, sin importar su inocencia o posición social, pobres y ricos están en el mismo riesgo de ser asesinados o extorsionados en cualquier momento; ya la autoridad estatal ha manifestado por boca de nuestro gobernador que no hay que confiar en los policías estatales ni municipales porque muchos están infiltrados por los mañosos; incluso ofreció patrullar las calles para darnos seguridad, aunque las declaraciones del virrey parecen una broma de mal gusto porque resultaría ser un policía demasiado caro e ineficiente, como el resto de su gobierno.
Al respecto, hay varias opiniones que vale la pena analizar; en primer lugar, la delincuencia organizada existe desde hace muchos años, consolidó su presencia con los gobiernos tricolores y se ha venido fortaleciendo día a día porque los gobernadores, casi todos priístas no han apoyado las acciones del gobierno federal en materia de seguridad existen estados (y municipios) a merced del narcotráfico, como ejemplos podemos mencionar a Chihuahua, Michoacán, Nuevo León y Sinaloa; en donde por la corrupción de los grupos policiacos estatales y municipales no se ha podido combatir al narco, también en Nayarit ya van las cosas por el mismo camino, como cínicamente lo han confesado el virrey y el ignaro alcalde de Tepic.
Ante esta situación que ya parece irreversible, a nivel nacional podrían tomarse algunas medidas para contrarrestar este fenómeno social y la ola de asesinatos y violencia; en primer término; establecer programas sociales federales, preventivos y curativos de las diferentes adicciones en todos los estados, con la colaboración de las instituciones de enseñanza superior (Universidades Tecnológicas, etc) y con los gobiernos estatales, que permitan un seguimiento y evaluación del proceso de prevención y limpieza de adictos.
En segundo lugar, se inicie a nivel nacional un verdadero foro de análisis con académicos y autoridades federales de salud, IMSS, ISSTE, SSA, etc; para definir la posibilidad de legalización de algunas drogas bajo ciertos requisitos, no olvidemos que el principal consumidor de drogas en el mundo, los Estados Unidos, ya legalizaron la producción, distribución y el consumo de mariguana en varios estados (6) de la Unión Americana y que en lugar de iniciar una guerra violenta contra el narcotráfico, Barack Obama ha implementado un programa nacional de prevención y tratamiento de adicciones, destinando para este fin varios miles de millones de dólares, pues resulta más fácil y barato la prevención que el combate frontal como ya lo estamos viendo en México.
En tercer lugar, es indispensable para la seguridad de los mexicanos, el unificar las policías municipales con las estatales a fin de que sólo existan 32 organismos policíacos en el país.
Al respecto, vale la pena mencionar lo que el pasado 5 de junio escribió en el periódico Reforma el articulista Jaime Sánchez Susarrey; “En el país hay 160 mil policías municipales, según Genaro García Luna (Secretario de Seguridad Pública), de los cuales el 68 por ciento apenas terminó la primaria y algunos ni siquiera cuentan con ella. Más de la mitad de las 2022 corporaciones municipales tienen menos de 20 elementos mal capacitados y peor equipados; sus sueldos son extremadamente bajos, el 40 por ciento, gana entre mil y cuatro mil pesos mensuales”.
Lo anterior resulta por demás ridículo y habla de la irresponsabilidad de los virreyes o gobernadores en primer lugar y de la indolencia de los alcaldes que apenas se están dando cuenta de la necesidad de policías unificadas, capacitadas, equipadas y con sueldos y prestaciones dignas.
Lo primero que deben hacer los virreyes, en particular el de Nayarit es depurar los cuerpos policiacos con análisis de confianza, prepararlos, equiparlos, y pagarles decorosamente, recursos para esto hay de sobra; que ya no se devuelvan los recursos federales destinados a seguridad pública, y si se requieren aún más, que ya deje de tirar millones y millones en frívolas convenciones en la Riviera Nayarit y en viajes al extranjero.
Nayarit en todos aspectos de la administración pública es un desastre, hay completa anarquía al interior del gobierno, malos servicios de salud, educación, despilfarro de recursos, endeudamiento exorbitante, inseguridad completa, etc.
Deberían considerar muy seriamente el gobernador, el alcalde y sus mediocres y corruptos gabinetes la posibilidad de renunciar por el bien de Nayarit, en lugar de servir al estado lo están destruyendo y anarquizando.
Lo peor de todo, es que este gobierno de caricatura tiene el control absoluto de todas las instancias políticas y sociales, los 3 poderes los organismos descentralizados, sindicatos, etc.
Resulta terrible y paradójico que esta autocracia que ya es reprobada por la mayoría de los nayaritas pensantes, puede fácilmente imponer a su sucesor, que puede ser Raúl Mejía, o Dios nos libre, el propio Roberto Sandoval para consolidar el sueño de un cacicazgo transexenal para desgracia de nuestra atrasada y sufrida entidad.
La única forma de evitar esto, es construyendo una gran alianza PAN-PRD-Sociedad Civil con Martha Elena García a la cabeza.
Para terminar, uno de mis escasos y sufridos lectores me preguntó ¿Qué va a pasar con nuestros viejos estadios?, hasta ahora sólo se sabe que fueron demolidos y ahora se convirtieron en un basurero que es fuente de infecciones y dengue. Se había dicho que se construiría un nuevo estadio por un importante grupo empresarial nayarita al que se le concesionaría por 99 años, pero al parecer no fue así, ojalá que no nos vayamos a encontrar con la novedad de que ya se vendieron en lo obscurito como la plaza FORUM.
¿Usted qué opina, amable lector?
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