Nos causaron buena impresión las declaraciones hechas por el Senador Raúl Mejía en su gira de proselitismo político por San Blas el pasado fin de semana, en particular cuando dijo que “la violencia no se resuelve con discursos demagógicos que buscan reflectores usufructuando el fenómeno de la violencia”, en clara referencia a las poses, mentiras, declaraciones y actitudes de su cuñado el virrey y el desprestigiado alcalde Roberto Sandoval, quienes a diario se rasgan las vestiduras diciéndole a la gente (que ya no les cree) los sacrificios que a diario realizan para darles empleo, bienestar, pero sobre todo seguridad.
Si las palabras del Senador y aspirantes a gobernador Raúl Mejía fueron sinceras y no a valores entendidos para aumentar su popularidad, es evidente que ya les está pidiendo su renuncia tanto al cacique como al alcalde con delirio de ser gobernador, lo cual apoyaríamos la mayoría de los hombres y mujeres libres de Nayarit, pues es evidente que los otros aspirantes tricolores no tienen el valor de criticar al autócrata que nos gobierna ni al alcalde de Tepic.
En realidad, lo único que han hecho estos dos personajes es despilfarrar el dinero del pueblo comprando imagen en los medios masivos de comunicación y abusar de la ignorancia y miseria de muchos miles de Nayaritas, ofreciéndoles migajas por su voto para seguir en la misma situación de pobreza extrema todo el tiempo, en lugar de proporcionar los medios para generar desarrollo económico, y ahora, aún más importante, para proteger la vida de todos los Nayaritas.
No cabe duda que el cinismo del gobernador y del presidente municipal es grande, pues llegaron a afirmar que la sociedad civil o los ciudadanos somos corresponsables junto con el gobierno de la inseguridad, entonces estos dos personajes pretenden también echarle a los ciudadanos la culpa de las matanzas y los levantones, a pesar de que el propio virrey ha confesado públicamente que los cuerpos policiacos están infiltrados por el crimen organizado; y el ignaro alcalde se atreve a decir que los ciudadanos estamos también (al igual que los gobiernos) fallando.
Claramente se aprecia que estos políticos no saben que el principal deber del estado (de los gobiernos) es garantizar la seguridad de los ciudadanos, del alcalde, que es cuasi-analfabeto, no me sorprenden estas afirmaciones, pero del gobernador, que es abogado, sí son de extrañar.
Está visto que estos políticos no saben hacer nada bien más que gastar en frivolidades, imagen y compra de votos los dineros del pueblo, por si esto fuera poco, tienen hipotecado el futuro de Nayarit, y el de Tepic por los próximos 30 años, por la deuda que llevan acumulada de casi 3000 millones el estado y de más de 300 millones el municipio, que aunque pretendan ocultar o reducir en las declaraciones a los medios, no son inferiores a esos montos, y los intereses que se pagan o se pagarán este año a las instituciones de crédito (Banobras y otras) serán de alrededor de 300 millones anuales el estado y no menos de 30 millones el municipio, lástima que en estos gobiernos la opacidad y ocultamiento son las normas de sus finanzas públicas, por eso es de dar risa cuando se presume un segundo lugar nacional en transparencia; ¿Quién lo habrá determinado y sobre qué bases?, y lo que es peor, cómo estarán los otros 30 estados del tercer lugar en adelante.
Tanto la inseguridad, como el despilfarro y el endeudamiento se deben a la corrupción, impunidad e ineptitud de los políticos y de sus funcionarios, que como nunca han propiciado este ambiente de temor, incertidumbre y retroceso social, económico y político.
Si el Senador Raúl Mejía es capaz de realizar en los hechos acciones concretas contra la violencia y su hermana la corrupción en el gobierno, sin duda tendrá meritos más que suficientes para aspirar a la gubernatura; como p.ej. ¿pedirá juicio político para el virrey y el alcalde?
Hasta ahora, es el único aspirante tricolor que por lo menos ha criticado al cacique (su cuñado).
Por lo pronto, en un sólo fin de semana ya hubo 30 muertos en este estado tan tranquilo y propicio para la inversión, ya podemos competir en ésto con Ciudad Juárez.
Cabe mencionar que los medios nacionales de comunicación y sus corresponsales como Televisa con el noticiero de Joaquín López Dóriga, deben estar muy bien maiceados por el virrey para tratar de ocultar o minimizar siempre los hechos violentos que a diario ocurren en nuestro estado, siguiendo la política del avestruz, pero ya no se puede tapar el sol con un dedo.
Qué bueno que el gobernador tiene Fé en Dios, lástima que la vida y la seguridad de los ciudadanos dependan más de la capacidad y honestidad de los gobernantes, la Fé no es suficiente para combatir al crimen organizado, ni para ganar la confianza de un pueblo amenazado y aterrorizado.
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