Nos acabamos de enterar que nuestro virrey está por enviar a sus caballerangos del congreso local, los diputados tricolores y sus satélites del PANAL y del PVEM un nuevo y alevoso proyecto de reformas a la Constitución Política del Estado, consistente en el nombramiento por el Congreso Estatal de un Procurador, impuesto por el cacique con una duración de 5 años, a partir del año próximo, con lo que este nuevo engendro jurídico- administrativo será autónomo e independiente del Ejecutivo entrante en 2011, pero será desde luego, por “recomendación del actual gobernador”, o sea, en buen castellano, nombrado por éste, lo cual asegura que sea un mediocre empleado incondicional a su servicio, para brindarle la seguridad o impunidad por cualquier delito de que pudiera ser acusado en la próxima administración en el muy peregrino y lejano caso de un triunfo de la alianza opositora PAN-PRD, de tal suerte que el próximo gobernador, cualquiera que sea, no podrá actuar contra el actual porque ya no será de su competencia la persecución e investigación de algún delito, como podría ser actualmente, por ej. por fraude y desvío de fondos públicos, quedando desde ahora atado de pies y manos el próximo gobernante si quisiera investigar las acciones y manejos del cacique.
Por otro lado, en el también remoto caso de un proceso judicial que pudiera instaurarse en su contra; también tiene asegurada una sentencia o resolución favorable en los tribunales, pues por lo menos 10 de un total de 17 magistrados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado están bajo sus órdenes, de hecho son sus empleados, habida cuenta que los otros siete son simples estatuas de sal, no se atreven a ir contra el virrey por temor o comodidad.
Lo peor del caso es que el juicio político sólo podría instaurarlo la mayoría de los diputados locales entrantes en el 2011, sin embargo, hasta ahora no vemos formalizada o por lo menos comprometida una alianza fuerte y sólida, integrada por el PAN, PRD y la Sociedad Civil, con acuerdos transparentes y participación de la ciudadanía no partidista, que garantice que los candidatos a las diputaciones locales, alcaldías y hasta regidurías sean ciudadanos con presencia y arrastre popular, que puedan ganar en las urnas con muchos votos la mayoría de los puestos de elección popular; al no darse esta situación porque las mafias de los partidos (PAN y PRD) quieren imponer a los mismos políticos mediocres de siempre, sin duda los tricolores serán de nuevo mayoría en el congreso local con los votos de sus acarreados. Así, el gobernador quedará blindado por todos los poderes y gozando de total impunidad.
Si los partidos de supuesta oposición desean en verdad ganar la gubernatura y el congreso, deben hacer acuerdos claros y transparentes con liderazgos de la sociedad civil, con una plataforma política bien consensada y con compromisos de gobierno claros para que no resulte el 2011 sólo en una oportunidad para repartirse el pastel del gobierno y presupuesto entre las mafias políticas, como casi siempre ha ocurrido, porque si esto es así, perderán sin duda, pero ganarán jugosos huesos plurinominales las cúpulas de los partidos a nivel local y alguno que otro golondrino, como Don Manuel Pérez Cárdenas a nivel federal para el 2012, sabiendo que solamente servirán de paleros del tricolor.
Desgraciadamente, si no surge pronto un liderazgo fuerte y con presencia, capaz de aglutinar a los partidos políticos, en particular al PAN y al PRD junto con la vital participación de la sociedad civil, el pronóstico es muy malo para Nayarit, pero realista; arrasará el PRI y seguirán campeando en Nayarit el atraso, la delincuencia, la inseguridad, el desempleo, el despilfarro (si le siguen prestando al gobierno) y la galopante corrupción que ha caracterizado al actual gobierno.
Coincido plenamente con el amigo Roberto González, la oposición está enana, pero lo peor es que en general la caballada ésta muy flaca, no le llegan a la gente los aspirantes.
Como ya lo dijimos, no sabemos si Martha Elena finalmente participe o no, pero por desgracia para Nayarit, es todavía la única figura que podría dar la batalla y quizás hasta derrotar a los tricolores, ojalá que se decida pronto y que la asesoren bien, lo cual muchos pensamos que no ha ocurrido hasta ahora.
Para el triunfo de la oposición en Nayarit se requieren dos cosas indispensables; primero; que se dé una Alianza incluyente PAN-PRD-Sociedad Civil, y la segunda, que surja pronto un liderazgo poderoso y aglutinador para encabezarla, dando por hecho que la alianza se construya con acuerdos transparentes y con la participación no sólo de los partidos, sino con todas las fuerzas sociales y liderazgos locales que persigan la transformación profunda de este estado para avanzar en justicia, desarrollo, educación, empleo, seguridad y democracia; es decir; buscar el bienestar para todos los Nayaritas.
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