DELIRIO LEGISLATIVO

Realmente es difícil definir al afán enfermizo del actual gobernador por reformar casi todo tipo de leyes al cuarto para las doce, es decir a la salida de su gobierno.

Al parecer le ha entrado un deseo febril o adicción de transformar al Marco Jurídico Estatal a su capricho y libre albedrío, en algunos casos para blindar su salida contra posibles sanciones por diversas faltas como fraude, desvío de fondos, juicio político, etc; pero en otros por simple ocurrencia o excentricidad; es una especie de bulimia o atracón legislativo cuyas consecuencias ya no afectarán al cacique, sino que sólo generarán desconcierto e incertidumbre en los ciudadanos respecto de un marco legal absurdo y complicado, que evitará la claridad en la aplicación de las diversas leyes que el autócrata impondrá sin duda a los abyectos e indignos legisladores, particularmente a los tricolores y sus satélites del PT, PVEM y PANAL, quienes son corresponsables junto con el virrey ante todos los nayaritas, de la anarquía administrativa y jurídica en que vivimos, de la impagable deuda pública, y del clima de violencia e inseguridad en que nos encontramos, por su falta de valor para exigirle al cacique cumplir con su obligación primerísima de garantizar la vida y el patrimonio de todos los ciudadanos y de ejercer honesta y transparentemente el presupuesto que se autoriza cada año, que proviene de los impuestos que pagamos todos para que el señor feudal,  sus funcionarios, magistrados y diputados a su servicio vivan como príncipes mientras la mayoría de los Nayaritas viven en la pobreza, contrastando con el despilfarro de los recursos del pueblo en promociones televisivas, como: patrocinio de telenovelas, noticieros y presentaciones de figuras del espectáculo como las Vaqueritas de Dallas,  el Animal Nocturno de Ricardo Rocha, etc. ¿No habrá nada mejor en qué gastar el dinero del pueblo?

El pasado día 27 de Septiembre, el virrey volvió a la carga con su retahíla de reformas de última hora, las cuales ya habíamos comentado hace dos o tres meses, y creímos que ya se habían archivado, pero nos equivocamos; insistió con sus 5 ejes del bicentenario, es decir:

-  Darle autonomía financiera al Poder Judicial, con lo cual los 17 magistrados, de los cuales impuso por lo menos a 12, (aquí cabe mencionar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación sólo tiene 11 magistrados), podrán ponerse los sueldos que quieran y gastar lo que quieran, al cabo los ciudadanos  para eso podemos hasta pagar más impuestos, quizá podrían homologarse con los Ministros de la Suprema Corte para ganar también casi 500 mil pesos mensuales más prestaciones, dada su amplia trayectoria y su gran prestigio profesional.

En este punto de la reforma lo que debería  hacerse si se tuviera algo de sentido común es destinar un porcentaje fijo del presupuesto directo del estado para el Poder Judicial y otro porcentaje para el Legislativo, para que el gasto de estos poderes, ahora convertidos en apéndices del Ejecutivo, sea siempre proporcional al presupuesto directo del Estado.

-  De lo poco rescatable de esta reforma sería la incorporación del Plebiscito, el Referéndum y la Iniciativa Popular o Ciudadana, pero adicionando la Revocación de Mandato.
-  Resulta también absurda por costosa y anticonstitucional la barbaridad de poner un Senado Estatal, si 30 diputados son muchos y caros, ahora súmele otros 20 zánganos senadores  inútiles cobrando en un estado hundido por la deuda pública.
-  Resultaría también una burla para los nayaritas, aunque podemos aguantar eso y más, imponer a un diputado plurinominal que represente a los migrantes, es decir 31 rémoras en lugar de 30; nosotros proponemos como bien dice el maestro Andrés García Torres que regresen a trece diputados, se ahorrarían muchos millones para escuelas y hospitales, ya que nuestro estado está desde hace tiempo sobre-representado, y en realidad no representan más que a su patrón el gobernador, con honrosas excepciones; resulta criminal la existencia de diputados plurinominales. La reforma que al pueblo le gustaría es que por lo menos desaparezcan estos zánganos.
-  Persiste en la necedad de darle autonomía plena al Procurador General de Justicia del Estado, lo cual sólo es una prueba del deseo ferviente del gobernador de lavarse las manos en materia de seguridad, que es sin duda la principal tragedia de Nayarit, pasándole esta responsabilidad o función al Procurador, que sería electo por el Congreso por cinco años, pero recayendo su  nombramiento en un incondicional designado de antemano por el actual gobernador. Todo esto aumentaría la anarquía y la violencia en el estado. Si se piensa en un Procurador autónomo e independiente, entonces la única forma es que se convierta en un puesto de elección popular, es decir,  electo por el pueblo, y no por una camarilla al servicio del virrey que servirá de lastre o atará de manos al próximo gobernador en materia de seguridad.

Por último, la nueva Secretaría  de Seguridad Pública, creada a capricho del gobernador para aumentar el gasto y la burocracia, debe  desaparecer para volver a forma parte de la Procuraduría General de Justicia como ha sido siempre, pero cumpliendo a cabalidad sus funciones, lo cual nunca ha ocurrido en este gobierno.

Al respecto cabe preguntar ¿Por qué no se hizo esta reforma al principio de su mandato?

-  Las demás propuestas de reforma sólo son caprichos del gobernador que carecen de importancia, y de hecho son facultades  de los municipios implícitas en otras leyes.
-   Si estas reformas al contentillo del virrey son aprobadas se consolidará en los hechos su cacicazgo, y sobre todo su impunidad con cualquiera que sea el próximo gobernador, que  por desgracia para Nayarit probablemente será tricolor si la Alianza no se acelera.
-          
Enviamos por último nuestras condolencias a la familia del inolvidable y prestigiado maestro, periodista y filósofo Don Juan José Ley Mitre, Descanse en Paz.


¿Usted qué opina, amable lector?
Sus críticas y comentarios al correo: dsimancas@hotmail.com
Puede ver columnas anteriores en la página www.cainay.bogspot.com