Con un apoteótico evento, Martha Elena inició su campaña con rumbo a la gubernatura de Nayarit, ante más de 20 mil simpatizantes de todas partes del estado y con la presencia de importantes personalidades del PAN a nivel nacional como son: Alonso Lujambio Secretario de Educación Pública, Emilio González Márquez, diputado y ex gobernador de Jalisco, Santiago Creel, Senador de la República y Gustavo Madero, Presidente Nacional del PAN, quienes hicieron importantes pronunciamientos en sus intervenciones, particularmente las de Alfonso Lujambio y Santiago Creel, quienes fustigaron duramente al gobernador y a su candidato Roberto Sandoval.
Lujambio restregó al candidato tricolor las palabras que el cacique le dirigió después de una matanza de hace más de un año, cuando le dijo literalmente “siempre que hay problemas te escondes, no das la cara”; diciéndole además, que “escondía la cabeza como los avestruces cuando hay problemas”; también señaló que el ayuntamiento de Tepic tiene un adeudo de 900 millones de pesos, es decir que las finanzas municipales también las dejó en quiebra el candidato tricolor, así como su padrino el cacique dejará destrozadas las finanzas estatales con MÁS DE CINCO MIL MILLONES DE PESOS, de deuda pública; CON UN COSTO FINANCIERO O INTERESES PROMEDIO DE UN MILLÓN DE PESOS DIARIOS.
Santiago Creel se refirió a la violencia que en la actualidad padece nuestra entidad, por la corrupción e indolencia del gobierno del cacique que no se ha preocupado de dar seguridad a los Nayaritas porque los cuerpos policiacos están coludidos con el crimen organizado.
Los discursos de Emilio González y Gustavo Madero fueron protocolarios e intrascendentes, en esencia solamente se limitaron a decir que apoyaban a Martha Elena.
La última intervención fue de Martha Elena, quien con emoción ya entró al señalamiento de los dos principales problemas de Nayarit; la violencia y la impagable deuda pública estatal que heredarán al próximo gobierno, nosotros agregaríamos también a nuestros hijos y nietos, por los próximos 30 años.
Estos dos aspectos; la inseguridad y la quiebra financiera del gobierno ( y también del municipio), tendrán gran impacto sobre el desarrollo económico y social del estado, pues en primer lugar, habrá gran limitación de recursos financieros para obras y servicios públicos, así como para el mantenimiento de los mismos en condiciones de eficiencia y oportunidad.
Por otra parte, será también muy difícil aumentar los programas sociales por la misma situación de precariedad financiera a la que el autócrata que nos gobierna nos ha condenado por la corrupción y el despilfarro que caracterizó a su nefasto gobierno, sin duda el peor que ha tenido Nayarit en toda su historia, el más corrupto, violento, sanguinario e inepto de todos.
Hay que destacar que la violencia está generando, además de las pérdidas de vidas inocentes, la falta de inversión productiva y el cierre de pequeños y medianos negocios, con la consiguiente disminución de puestos de trabajo por secuestros y extorsiones a empresarios.
Las circunstancias obligarán a Martha Elena a hacer un gobierno austero, plural, cercano al pueblo, un gobierno que escuche todas las voces, no sólo la de sus gentes cercanas, que se aleje de aduladores y de mitotes; ya que en sus manos quedará la última esperanza de los Nayaritas de un gobierno que con una necesaria alternancia, nos lleve al inicio de una auténtica transición no sólo a la democracia, palabra que en boca de los políticos se ha prostituído y devaluado, sino a mejores estadios de paz, progreso y seguridad, con justicia, empleo y desarrollo para todos; es decir al logro de una vida digna.
Esto no será fácil, para triunfar, Martha Elena deberá convocar a todos los actores políticos y sociales de buena fé y de cualquier partido, o sin partido, para sumarse a un sólo y gran proyecto llamado Nayarit, en donde todos cabemos, para integrar un gobierno auténticamente plural y democrático, donde no quepa siquiera la intención de un maximato o cacicazgo, para que el ciudadano común y corriente, como usted y yo, pueda volver a confiar en sus autoridades, porque actualmente la gente desconfía de ellas tanto como de los criminales, y les teme tanto como a éstos; por eso, debemos cambiar pronto y de manera radical la percepción del ciudadano en relación con sus gobernantes, y en particular con las autoridades policiacas estatales y municipales.
De última hora nos enteramos que el amigo Gerardo Montenegro presento su renuncia a su precandidatura por el tricolor a la alcaldía de Tepic, ante el Instituto Estatal Electoral, como antes también lo hiciera el amigo Pablo Montoya.
Estas situaciones se deben a las prácticas mezquinas y antidemocráticas que al interior del partido tricolor ha impuesto el actual cacique y dueño de esa franquicia política en Nayarit, quien no ha respetado acuerdos ni compromisos ni con sus correligionarios; sin duda estas importantes deserciones o bajas debilitarán ese partido, y automáticamente aumentarán las posibilidades de triunfo de Martha Elena.
Ojalá que el amigo Naranjo, en un momento de reflexión, decline a favor de Martha Elena para asegurar no sólo el triunfo electoral, sino la posibilidad de construír un mejor Nayarit para todos, incluyendo desde luego a los priístas.
¿Usted qué opina, amable lector?
