Al parecer, los mapaches tricolores pretenden ganar con todo tipo de mañas la presidencia municipal para su desconocido candidato, Héctor González, quien fué funcionario importante del gobierno más corrupto y deshonesto que ha tenido Nayarit, el del actual cacique, pasando sobre la figura y aceptación popular del amigo Ing. Amado Rubio, hombre capaz, honesto con experiencia y vocación de servicio.
Seguramente impondrán las autoridades estatales electorales, todas tricolores a su candidato, el llamado toro, así es que dados los múltiples elementos que demuestran el fraude y las irregularidades, los panistas deberían, de inmediato, con un buen equipo de abogados especialistas en el ramo electoral, interponer una impugnación ante el Tribunal Electoral Federal (TRIFE) donde podrían hacer valer el triunfo de Amado Rubio; pues la autoridad Estatal Electoral ya le entregó al joven Toro la constancia de mayoría, a pesar de las irregularidades encontradas.
En las instancias estatales nunca se hará justicia, pues son propiedad exclusiva del autócrata y sería infantil que el Instituto Estatal Electoral o la Sala Electoral del Poder Judicial del estado emitieran un fallo justo y a favor de Amado, aunque tenga toda la razón y las pruebas habidas y por haber; por eso es urgente que se recurra desde ya mismo a la instancia electoral federal (TRIFE) que es la única posibilidad de que se haga justicia.
Ojalá que Roberto Sandoval haga un gobierno diferente al actual y demuestre con hechos que desea transformar a Nayarit, aunque se lo dejaron en ruinas materialmente por la inseguridad, la deuda pública y la corrupción en las instituciones del gobierno estatal, también deberá hacerle justicia a los policías honestos que reclaman mejores condiciones de trabajo.
Esperamos que sea un gobierno plural y democrático, que se aleje de la demagogia y los reflectores del culto a la personalidad que cuestan muy caros, que hable con la verdad, aunque esto no sea común en los políticos, ya es hora que Nayarit recupere la confianza en sus gobernantes y autoridades, en particular de las que son responsables de cuidar la vida y el patrimonio de los nayaritas.
Hay que decir que cientos de pequeños y medianos empresarios y profesionistas han huído de Nayarit a otras entidades, e incluso al extranjero por la inseguridad, violencia y extorsión, lo cual genera, además de temor y desconfianza un gran desempleo al cerrarse fuentes de trabajo tan necesarias para el desarrollo.
Que sienta Roberto QUE ESTA EN DEUDA CON TODOS LOS NAYARITAS, incluyendo a los que no votaron por él, y que son mayoría, que dé pruebas de su compromiso con Nayarit en primer término, no con la camarilla que dice que lo llevó al poder, que se convierta en el estadista que necesita Nayarit desde hace muchos años, todavía hay condiciones para hacerlo.
Que voltee su mirada y sus acciones de gobierno más al campo y al sector agropecuario que a la Riviera Nayarit; ésta ya es autosuficiente y no necesita de los muy pocos recursos de que dispondrá el gobierno estatal gracias a la inmensa deuda pública que heredará ($5,300 millones aprox).
Hay que buscar recursos frescos y proyectos productivos que reactiven nuestra estancada economía. Existen alternativas, pero hay que buscarlas, ese será su reto en lo económico para generar empleos y desarrollo que tanto necesita nuestro querido Nayarit.
Por lo que toca al nuevo Congreso estatal, seguirá en manos del autócrata, pues la indolencia, valemadrismo y apatía de los ciudadanos que no votaron (más del 45 por ciento del padrón), definió también el triunfo de la mayoría de los diputados locales tricolores 14 de mayoría y 3 o 4 plurinominales, ojalá que no se dediquen a entorpecer las acciones del nuevo gobernador por instrucciones del cacique, para evitar que Nayarit salga del caos en que éste lo hundió.
El pueblo espera mucho de Roberto Sandoval, entró con calzador, y ahora tiene la obligación de sacarse la espina haciendo un buen gobierno, de entrada, es imposible que sea peor que el actual.
Para impulsar el desarrollo deberá sin duda, impulsar un programa de austeridad, proponer una Ley de Salarios Máximos, que comprenda reducciones sustanciales a los funcionarios de los tres poderes, de director para arriba, promover una nueva Ley de Fomento y Desarrollo económico, etc; que permitan dotar al estado de recursos para hacer frente al pago de la deuda y los intereses, así como también deberá adelgazar la estructura orgánica del gobierno del estado, desapareciendo secretarías y dependencias inútiles e innecesarias, junto con sus respectivos funcionarios, para disponer de más recursos para programas indispensables, p.ej. de apoyo al campo, para proyectos productivos, etc.
Sin duda el paquete del gobierno está muy pesado, hay que hacer las cosas bien, con mucha inteligencia, capacidad y sentido social; el reto es que todos los nayaritas tengan más seguridad ante todo, y mejores perspectivas de empleo y desarrollo.
¿Usted qué opina, amable lector?
