El pésimo manejo financiero de los gobiernos estatales debido principalmente a la voracidad, corrupción e irresponsabilidad de los gobernadores, han hecho caer a los estados más endeudados, como Nayarit, Coahuila y Veracruz entre otros, en una situación crítica al aumentar es escandalosamente la deuda pública con la banca privada y la oficial, ya que conlleva al pago no sólo de la deuda contraída, sino a elevadísimos gastos financieros o intereses que aumentan el gasto corriente, y con ello, disminuyen la capacidad de realización de obras y servicio públicos indispensables en estados y municipios, heredando a gobiernos futuros esta maldición financiera en el corto, mediano y largo plazo, hasta por 30 años, entorpeciendo el desarrollo económico y social de las entidades endeudadas.
Según datos de la Secretaria de Hacienda y crédito público, al 31 de marzo del 2011, la deuda pública de los estados era de 363 mil 422 millones de pesos, siendo los más endeudados en proporción a sus economías Nayarit, Coahuila y Veracruz; sin embargo los diputados federales, tricolores principalmente, exigen todavía mayores recursos para sus entidades, a pesar que en los últimos años han estado recibiendo mayores recursos federales que en toda su historia, tanto participaciones, como aportaciones y excedentes petroleros; mismos que se han manejado siempre con la mayor opacidad y sin rendición de cuentas, es decir, al capricho de los sátrapas o autócratas que de manera arbitraria han dispuesto de los recursos del pueblo sin freno ni control, pues son amos y señores absolutos de los tres poderes del estado en sus entidades, como es el claro ejemplo de Nayarit, en donde no existe división de poderes, el todavía gobernador ejerce los 3; el Ejecutivo, el Legislativo, y el Judicial, sin ningún límite, ya que también maneja a su voluntad al Órgano de Fiscalización Superior del Estado, cuyo titular también es su incondicional y durará en su puesto otros cuatro años más para cuidarle las espaldas.
Este gobierno autócrata y absoluto, no es por desgracia exclusivo de Nayarit, también existe en muchas otras entidades como Coahuila, Veracruz y el Estado de México, entre otras.
Precisamente el férreo control unipersonal que existe en las entidades mencionadas, impide que los congresos locales puedan actuar como contrapeso o equilibrio de los caciques, puesto que la mayoría o casi la totalidad de los legisladores son simples caballerangos del cacique en turno y autorizan sin debatir ni cuestionar todos los préstamos que les ordena el virrey respectivo, como el caso de Ney en nuestro Nayarit, sin pensar que están hipotecando con los préstamos impagables el futuro de nuestros hijos y nietos sin justificación hasta por 20 o 30 años, lo cual resulta criminal en nuestro sufrido estado, la deuda pública de más de 5 mil millones de pesos que dejará en los próximos días el cacique, representará un costo diario de casi un millón de pesos de intereses, casi 350 millones al año, importe que podría haber sido destinado a dotar de infraestructura, medicinas y material de curación a las clínicas y a equipar las escuelas primarias y secundarias públicas en todo el estado.
Además de lo anterior, también deberán pagarse los abonos a capital que se vayan venciendo en los próximos años, que fatalmente serán pagados con los impuestos de los nayaritas.
En vista de todo lo anterior, los Síndicos del Contribuyente pertenecientes a los diferentes Organismos Empresariales y Sociales; CANACO SERVITUR Tepic, CANACINTRA, COPARMEX, CAMARA DE LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCION, UNION DE COMERCIANTES DE LA CENTRAL DE ABASTOS DE TEPIC, A.C. Y LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NAYARIT, propusimos en mayo del presente año a la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, a través los Administradores Locales del Servicio de Administración Tributaria en Tepic lo siguiente:
Que se modifique el segundo párrafo de la Fracción VIII del artículo 117 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para quedar como sigue:
“Los estados y los Municipios no podrán contraer obligaciones o emprésitos sino cuando se destinen a inversiones productivas, incluyendo los que contraigan organismos descentralizados y empresas públicas conforme a las bases que establezcan las legislaturas en ley; Y HASTA POR UN MONTO QUE NO PODRÁ SER MAYOR AL QUINCE POR CIENTO DE SU PRESUPUESTO DIRECTO ANUAL DE EGRESOS Y NO PODRÁN SER A UN PLAZO MAYOR AL PERÍODO DE LA ADMINISTRACIÓN QUE LO SOLICITE. Los ejecutivos informarán de su ejercicio al rendir la cuenta pública”.
Aún no sabemos si se tome en cuenta nuestra propuesta, sin embargo, consideramos que esta sería la única forma de contener y controlar el excesivo endeudamiento estatal porque en la actualidad, por regla general, los gobernadores controlan a los congresos locales, y estos siempre aprueban sus propuestas, como en el caso de Nayarit, por más injustificadas y perjudiciales que éstas sean, ya que los diputados locales se sienten comprometidos con el ejecutivo, y no con la ciudadanía.
¿Usted qué opina, amable lector?