Es muy lamentable, como bien dijo el gobernador Roberto Sandoval, que la Secretaría de Seguridad Pública no haya aceptado cerrar el penal federal del Rincón o CEFERESO, y además advirtió que es probable que en nuestra sufrida y atrasada entidad se amplíe dicho centro penitenciario para llegar a ser el más grande de Latinoamérica, lo cual, sin duda traería como consecuencia el aumento exponencial de la delincuencia organizada y mayor violencia para los ciudadanos nayaritas, hartos y aterrorizados, de asesinatos, levantones, secuestros y extorsiones.
De por sí ya estamos señalados por los gringos y algunos organismos internacionales como estado inseguro y de los más violentos, y Tepic llegó a considerarse la 13ª ciudad más violenta del mundo ¿Cómo quedaremos ahora?
Aquí vale la pena reflexionar seriamente y recurrir al apoyo de los legisladores federales de todos colores, pero particularmente los nayaritas, con el apoyo del gobernador para exigir que dicho centro penitenciario se vaya de Nayarit, podría reubicarse en otro lugar más aislado, como por ejemplo las Islas Marías, que son federales.
Paralelamente también podría buscarse con un grupo de juristas expertos, la posibilidad de oponerse legalmente a la permanencia, o por lo menos a la ampliación de esa enorme cárcel federal, tomando como base la soberanía estatal y la obligación constitucional de proteger la vida y el patrimonio de los ciudadanos.
Hay que explorar todos los posibles caminos para evitar que el penal federal crezca aún más.
Debemos recordar que esa fué una promesa de campaña de Roberto Sandoval, pero sobre todo, una demanda popular.
Si el gobierno federal panista insiste en su propósito de construír esa mega penitenciaría, sin duda la inmensa mayoría de los nayaritas votarán contra el PAN en las elecciones del año próximo, no es posible que el presidente Calderón cierre sus ojos y oídos a LA NECESIDAD DE SEGURIDAD de más de un millón de nayaritas que queremos trabajar y vivir en paz.
Ojalá que Roberto Sandoval y todos los legisladores federales, de todos los estados, hagan un verdadero esfuerzo por modificar ese proyecto tan dañino para Nayarit; también, en apoyo del gobierno y de los legisladores podrían recaudarse miles y miles de firmas de rechazo a ese desafortunado objetivo.
Si todo lo anterior fracasa, por lo menos que Roberto Sandoval asegure con el próximo casi seguro presidente Peña Nieto, que se vaya de nuestra entidad esa nueva y enorme prisión, que resulta un agravio y una burla del gobierno federal para los pacíficos ciudadanos de esta entidad.
De lo contrario, si este nefasto y repudiable proyecto sigue adelante, será necesario que el gobierno federal envíe a Nayarit miles de soldados, marinos y policías federales para garantizar la seguridad de los ciudadanos, aunque creemos que ésta no es de ninguna manera la mejor opción.
Cabe mencionar que esa ampliación, también inhibirá la inversión y aumentará el desempleo en Nayarit.
Consideramos que deben agotarse todos los medios legales y políticos para impedir esa construcción, el gobierno federal debe ser respetuoso de la opinión de todos los ciudadanos, y los nayaritas en este caso no podemos dejar de oponernos a este proyecto, ojalá que este tema nos una junto con el gobierno estatal a todos los nayaritas.
Pasando a otro tema, sin duda Roberto Sandoval tendrá muchos problemas para adelgazar la nómina de los basificados sin ningún mérito por el ex –cacique Ney González (la ola roja), porque si se quedan van a generarle muchos problemas, sobe todo financieros, pues las 2500 plazas que basificó el nefasto ex –gobernador representan un gasto corriente anual adicional de más de 300 millones de pesos, que significa mucho dinero para un estado ya de por sí en bancarrota, sin contar los intereses sobre la Deuda Pública que serán por lo menos 300 millones de pesos anuales; con lo cual, si no se reduce el número de los basificados por el ex –virrey, a los trabajadores de base anteriores, con méritos y capacidad, no se les podrá aumentar casi en nada su sueldo en los próximos años, de tal suerte que será necesario depurar la nómina del personal basificado en el último año por orden de Ney, como única forma de poder apoyar y beneficiar a los verdaderos trabajadores del SUTSEM, cuyos espacios fueron cubiertos en muchos casos por mandos medios y amigos del anterior desgobernador; que además aumentó también el número de dependencias y secretarías inútiles que gravitan sobre el exiguo presupuesto, como ya lo hemos comentado otras veces.
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