En días pasados,
aproximadamente hace dos semanas, sucedieron dos hechos, que como nayaritas y
mexicanos nos llamaron poderosamente la atención y que son:
EN PRIMER TÉRMINO las
declaraciones Presidente Calderón en el firme y justificado reclamo hecho a los
gobernadores por no haber cumplido, en su gran mayoría, con el compromiso
consignado en La Ley de Seguridad Nacional, vigente desde 2009, en el sentido
de depurar los cuerpos policiacos estatales (y municipales); y los urgió o
exhortó a que en un plazo de un mes (cuatro semanas) establecieran un programa
para establecer cómo habrán de cumplir con el citado
compromiso, mismo que fué además
aceptado en aquel “ACUERDO NACIONAL PARA LA SEGURIDAD, LA JUSTICIA Y LA
LEGALIDAD” en el ya lejano 2008, por el presidente y todos los gobernadores en
Palacio Nacional.
Este importantísimo tema
cobra aún más relevancia porque al decir
del gobernador Roberto Sandoval, Nayarit ocupa el último lugar nacional
en evaluación de control y confianza de sus cuerpos policíacos, lo cual es
“otro logro” del autócrata Ney M González en su administración del “SEXENIO DE
LA MUERTE”.
Cabe mencionar que algunos
sátrapas o reyezuelos que cobran como gobernadores, consideran que no podrán
depurarse los cuerpos policíacos de aquí a enero del 2013; yo creo que estos desgobernadores que así opinan esperan
que se terminará hacia el año 2500
posiblemente; qué bueno que Roberto Sandoval no pertenece a este grupo de corruptos
señores feudales y está haciendo esfuerzos para cumplir con este compromiso con los nayaritas, que no
merecemos vivir bajo el imperio del terror. Lástima que los legisladores
federales de todos colores no han levantado
su voz en el Congreso de la Unión para exigir que se reubique en las Islas
Marías el Cefereso del Rincón, aunque muy poco podemos esperar de nuestros legisladores.
Lo anterior viene a
colación, y cobra mayor importancia y urgencia la depuración de los cuerpos policíacos en Nayarit por los
hechos sangrientos de intimidación o
terrorismo contra ciudadanos indefensos como los ocurridos en el poblado del
Rincón donde los delincuentes dispararon
a diestra y siniestra contra los
pobladores sin motivo alguno,
ocasionando la muerte de 4 personas e
hiriendo a 15 más.
Sin duda el Ejército, la
Marina y la Policía Federal hacen su mejor
esfuerzo, pero su número no es suficiente para enfrentar la delincuencia organizada; es
necesaria la participación de cuerpos policíacos estatales honestos, bien
capacitados y bien pagados para poder
cumplir con la principal obligación Constitucional de todo gobierno, federal o
estatal; “PROTEGER LA VIDA Y EL PATRIMONIO DE LOS CIUDADANOS”.
Por lo anterior, es vital
que en nuestra entidad se lleve a
cabo esa
depuración con evaluación de control
y confianza de los cuerpos policíacos del estado y municipios, y se agrupen bajo un mando
único estatal, como ya se ha propuesto a nivel nacional.
EL SEGUNDO TEMA, aunque no
es tan importante, sí debe preocuparnos como mexicanos por el cinismo
con que se conducen sus actores,
es decir los 6 consejeros del IFE,
quienes alegando exceso de trabajo, ya que los legisladores federales “no han tenido tiempo”, de nombrar
a los tres consejeros faltantes, por lo que
los seis vaquetones en funciones han
tenido que trabajar como si fueran nueve, que son el número que marca la ley; ante esta situación, han decidido cobrar horas extras
desde este mes de noviembre y hasta
que termine el proceso electoral
el año próximo, allá por los meses de agosto
o septiembre del 2012 por la cantidad de 150 mil pesos mensuales cada uno de los seis pillos actuales, más su sueldo normal de
aproximadamente 350 mil pesos mensuales netos, con lo que percibirán más de 500
mil pesos mensuales más prestaciones
cada uno de estos depredadores del presupuesto, ¡chulada!.
Cabe mencionar que estos
mismos seis grandes e ilustres
mexicanos ya decidieron a
principio de este año (2011)
enchalecarse o clavarse un excedente presupuestal del año 2010, por 350 millones de pesos que se
debieron regresar a la federación, según
lo señaló el entonces Contralor Interno
del IFE, Sr. C.P. Gregorio Pozas Guerrero, quien auditó y determinó ese sobrante, e insistió en la obligación de devolverlo a la federación, sin
embargo, por sus calzones, apoyados en una supuesta autonomía los seis próceres
del IFE decidieron quedarse con los 350
millones “para lo que se ofreciera”, y además, destituyeron al contador Poza Guerrero por cumplir cabalmente con su deber y exigirles la devolución de esos recursos; todo esto con la
complacencia de los autistas legisladores federales, diputados y senadores de
todos colores, que son igual de parásitos y vividores, y ¿Qué crees amigo
lector? , efectivamente, ¡no pasó nada!, al fin y al cabo para eso son nuestros
impuestos.
¡Qué vergüenza de políticos
y funcionarios, tenemos los mexicanos!; ¡acaso no se dan cuenta que ya se están
acabando este hermosos país con la
impunidad y corrupción que han impulsado?
¿Usted qué opina, amable
lector?