Al parecer, contra todas las leyes, el sentido común, la razón y pasando por encima de más de un millón de nayaritas; Ney M. González, el más grande delincuente y depredador en toda la historia de Nayarit , quedará sin castigo a pesar de haber saqueado las finanzas estatales, robado y engañado a los trabajadores y maestros estatales al desviar y malversar los Fondos de Pensiones del Estado por más de 350 millones de pesos, defraudar al magisterio federal, robar más de 150 millones de la UAN al no pagarles el 12 por ciento del impuesto correspondiente, además de endeudar sin justificación ni comprobación adecuadas las finanzas estatales por aproximadamente 6700 millones, cantidad que no ha sido cuantificada con precisión , ni se ha dado a conocer al pueblo hasta la fecha su análisis e integración, y tampoco se ha dado a conocer el destino de ese inmenso adeudo, pues no se ha realizado una auditoría objetiva y profesional a las Cuentas Públicas, solamente han sido legitimadas por el Órgano de Fiscalización Superior, encabezado por un empleado impuesto por el sátrapa ex- gobernador, el Lic. Salvador Iñiguez, quien nunca ha encontrado irregularidad alguna en las Cuentas Públicas Estatales a pesar de todas las evidencias, sino que ha convertido esta dependencia en encubridora del cacique que nos desgobernó, y en la presente administración ha seguido realizando labores de tapadera al no sacar a la luz pública las raterías de Ney, ésto se facilita porque el pastor de los borregos que cobran como diputados, Armando García, presidente de la Comisión Legislativa, también es un ex-empleado que fué impuesto por el ex-gobernador, y por la mediocridad e indolencia de los nuevos diputados de supuesta oposición, PAN y PRD, con muy honrosas excepciones, quienes con su conducta valemadrista se han dedicado, como siempre, a nadar de muertito y a cobrar sus jugosas percepciones, sin importarles la jodidez del pueblo que tendrá que pagar durante casi 30 años las raterías del ex-gobernador, lo mismo se puede decir de los Legisladores Federales “de oposición”, que al buscar otros huesos de regalo, olvidaron exigir cuentas al ratero ex-gobernador.
Estamos seguros que incluso los militantes priístas, en su mayoría personas de buena fé, estarían de acuerdo con que se investigara y castigara al criminal depredador, quien quitado de la pena seguramente disfruta de los miles de millones que esquilmó a los nayaritas, dejándolos en la miseria durante varios años; sin embargo, eso y más merecemos los ciudadanos por permitir que un puñado de políticos corruptos decidan por todos los ciudadanos el destino de un estado como el nuestro.
Sabemos que los políticos, con muy honrosas excepciones, sólo llegan a los puestos públicos a enriquecerse y disfrutar de las canongías y privilegios que dá el poder, y así seguirá siendo otros cien años en México si los ciudadanos no somos capaces de exigir a los gobernantes el cumplimiento de las leyes y de la voluntad popular, no por medio de las mafias que integran los partidos políticos, sino abriendo las puertas de la política y de la administración pública a la sociedad civil, es decir a los ciudadanos sin partido con capacidad y presencia social, que en verdad demuestren que desean servir a sociedad en su conjunto y no a las mafias partidistas, que son en realidad empresas mercantiles exentas de impuestos, sin riesgo de fiscalización y sin necesidad de invertir capital, vayan directamentes a medrar del presupuesto público, y por ende, de nuestros impuestos.
Las anteriores reflexiones nos llevan a la necesidad de crear Instituciones Jurídicas que posibiliten las candidaturas ciudadanas o independientes, el reférendum, el plebiscito, la iniciativa popular, la revocación de mandato, incluyendo la reelección de legisladores y la segunda vuelta en las elecciones de gobernadores y presidentes de la república, para legitimar los procesos electorales, pues estamos gobernados por una corrupta partidocracia que nos ha llevado a ser uno de los países más desiguales del mundo, donde el 10 por ciento (los más ricos) acapara el 60 por ciento del PIB y el 40 por ciento de pobres sólo genera el 10 por ciento del PIB, y el 40 por ciento de la fuerza de trabajo se encuentra en la informalidad.
En el caso de Nayarit, la crisis de las finanzas estatales no se resolverá si no se toman medidas radicales de austeridad, no basta con despedir 500 o 1000 trabajadores basificados sin justificación por el anterior gobernante, sino que esta medida debe ir acompañada de varias otras, como la renegociación de la deuda que al parecer ya está en proceso, así como también el adelgazamiento de la administración, eliminando dependencias creadas por capricho del anterior desgobernador para dar chamba a sus amigos, todos ineptos pero corruptos como su patrón, aquí podemos incluír varias secretarías como la del Trabajo, la de Educación Media Superior, la de Cultura, etc, con todos los puestos de confianza que laboran en ellas; pero sin duda lo más efectivo para hacer frente a la crisis financiera sería una Ley de Salarios Máximos, que redujera los sueldos de los funcionarios de los tres poderes del estado desde nivel de director hacia arriba en un cuarenta por ciento, esto sí le generaría al gobierno recursos para la salud y la educación, sin descuidar el pago de interéses y amortizaciones de capital de la deuda pública; además esta ley mandaría a la ciudadanía un buen mensaje en el sentido de que los funcionarios comparten con el pueblo él peso de la criminal deuda heredada del gobierno anterior, corrupto e inepto que sacrificó no al gobierno sino a toda la sociedad nayarita, y es de justicia que la carga sea compartida entre ambas partes, pues los nuevos funcionarios de los tres poderes del estado y de los gobiernos estatales y municipales no han hecho, y probablemente no harán ningún sacrificio.
También resulta indispensable una nueva “Ley de Deuda Pública” que ponga un tope máximo al endeudamiento y que éste no exceda del 20 por ciento, como ya ocurre en otras entidades.
Sabemos que esto es un sueño guajiro, pero haría renacer la esperanza de los nayaritas en el nuevo gobierno.
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