Ya sólo
falta una semana para el día de las elecciones, y solo tres días para los cierres de campaña;
pronto decidiremos los mexicanos si queremos regresar a la época de las
cavernas en todos los aspectos; económico, político y social; si queremos
volver al autoritarismo, la represión, la inseguridad, la corrupción, la
impunidad, la inflación y las devaluaciones que representa el candidato televisivo
tricolor Enrique Peña Nieto, con el apoyo de los grupos corporativos y los
caciques más corruptos como Elba Esther Gordillo del SNTE y Carlos Romero
Deschamps del sindicato de Pemex, junto con el duopolio Televisa- Televisión
Azteca, y algunos de los empresarios más grandes del país por otros cien años; o bien, si decidimos dar
al país una oportunidad única de cambiar el rumbo hacia mejores estadios de
desarrollo y progreso, con justicia, democracia, libertad, seguridad,
honestidad y eficacia, con menos corrupción y sin impunidad, apoyando al único
candidato que puede derrotar al ídolo de
barro tricolor, que es Andrés Manuel López Obrador.
Afirmamos
lo anterior porque es claro que Josefina, abandonada por el Presidente Calderón
y por su propio partido, está cada vez más lejos de los dos punteros, Peña
Nieto y Andrés Manuel, esta situación hace que los ciudadanos consientes de lo
que está en juego, que es el futuro de México y sus instituciones y que no
deseamos el regreso de la presidencia imperial ni de la dictadura perfecta
tengamos la responsabilidad de evitar ese peligro para México, haciendo uso del
voto útil, es decir, votar por el candidato que puede impedir el triunfo de
Peña Nieto, que es Andrés Manuel, ante la imposibilidad de Josefina para
alcanzar el triunfo.
Ojalá seamos capaces de decidir bien,
es decir, por un presidente (Andrés Manuel), que estará acotado por un Congreso o Poder Legislativo con
mayoría tricolor que garantiza cierto equilibrio del poder, mismo que sería
imposible de ganar Peña Nieto, pues tendría poder absoluto al tener en sus
manos tanto al Ejecutivo como al Legislativo, y quizás al Judicial también,
este escenario nos regresaría por lo menos al salinato, cuando el depredador
Carlos Salinas presumía a la prensa internacional la docilidad por no decir
abyección de su congreso, con algunas
honrosas excepciones, si es que existieron.
Así pues, de llegar Andrés Manuel,
habría al menos un gabinete con personas de reconocido prestigio y capacidad
como el Dr. Juan Ramón de la Fuente y Marcelo Ebrard, entre otros, aunque habría que exigirle a
Andrés
Manuel que excluyera de todo nombramiento y se deslindara de personajes tan
corruptos como René Bejarano y el seudolÍder MartÍn Esparza del SME, que le han
hecho mucho daño a su imagen, en materia de honestidad sobre todo.
Creemos todavía que Andrés Manuel
debería mostrar verdadera grandeza de estadista invitando a Josefina Vázquez
Mota, quien ha sido abandonada y
traicionada por sus correligionarios, empezando por el Presidente Calderón y
terminando con el indigno y canalla Vicente Fox; a formar un gobierno de
coalición para bien de México y para serenar y unificar a todos los ciudadanos
con y sin partido, pero que deseamos un país con paz y bienestar para todos.
De Enrique
Peña Nieto, sólo podemos esperar lo que los gobiernos priístas nos han dado
desde Díaz Ordaz a Carlos Salinas de Gortari, violencia, demagogia, inflación,
represión, devaluación, imposiciones, antidemocracia, corrupción e impunidad.
Preguntamos
a Don Enrique; ¿Sería capaz de castigar a depredadores, defraudadores y
corruptos ex gobernadores como Humberto Moreira, Mario Marín, Fidel Herrera
Beltrán, Ney M. González, Manuel Cavazos, Tomas Yarington, Eugenio Hernández,
Ulises Ruiz, Arturo Montiel, etc., entre otros.? Seguramente que no; ¿Cómo
integrará su gabinete en caso de que gane?;
Jamás lo ha dicho; ¿Qué hizo con los 56 millones de dólares para
promoción e imagen que se comprometió a pagar a Frontera Network Televisión en
los Estado Unidos por conducto de sus coordinadores de campaña?; Se utilizaron
para comprar votos según la prensa nacional.
Sin duda la
invitación de Peña Nieto al General colombiano Oscar Naranjo para ser su
asesor en materia de seguridad podría contribuír al combate al crimen
organizado, pero también podría ser un desaire para nuestras fuerzas armadas,
que han cargado con esa tarea sobre sus hombros en condiciones muy
desfavorables para ellos en materia de equipamiento y de percepciones
económicas, con un alto riesgo de su
vida; sabemos que la solución a la
inseguridad y a la violencia no sólo depende de la capacidad de respuesta de
las fuerzas armadas, sino también del
alto grado de corrupción de algunos gobiernos estatales y municipales que se
han hecho de la vista gorda ante la delincuencia, como el de Nayarit en tiempos
de Ney M. González, el de Tamaulipas con
Eugenio Hernández, el de Chihuahua, el de Coahuila con Humberto Moreira, entre
otros, casi todos priístas.
México se
encuentra hoy ante una encrucijada histórica; o nos decidimos a cambiar la
situación con nuestro voto a favor de una posibilidad de cambio para bien de la
mayoría, o nos hundimos con quienes por más de 70 años nos saquearon y nos llevaron
a la ruina moral y económica.
¿Usted qué opina amable lector?