LOS MEXICANOS QUEDAMOS DIVIDIDOS


El triunfo electoral de Peña Nieto en las pasadas elecciones, es un asunto irreversible para todos efectos prácticos, aún antes de que la elección sea formalmente calificada como válida por las autoridades electorales, a más tardar el próximo 6 de septiembre,  sin embargo, hubo impugnación de orden legal ante el Tribunal Electoral Federal por parte de la coalición PRD-PT- Movimiento Ciudadano, y su candidato Andrés Manuel López Obrador, que pretenden anular las elecciones, y los representantes del PAN que de manera separada impugnaron algunas irregularidades del proceso electoral, pero que reconocen el triunfo de Peña Nieto; al respecto nos permitimos hacer algunos comentarios que esperamos merezcan la atención de nuestros escasos y sufridos lectores.
Toda la oposición, derecha e izquierda coinciden en que ésta ha sido la campaña electoral más costosa y ostentosa realizada por el partido tricolor en toda su ya larga historia; también es la percepción de la mayoría de los ciudadanos.
Las principales causas de impugnación son las siguientes:
1.- COMPRA DE VOTOS POR DINERO Y EN ESPECIE, destacando en este caso la entrega de tarjetas de Soriana y de Banco Monex, tema en el que coinciden tanto la derecha como la izquierda en la impugnación.
2.- EL ACARREO que a nivel nacional se llevó a cabo el día de las elecciones, en los estados gobernados por el partido tricolor principalmente, incluyendo desde luego NAYARIT.
3.- COERCION DE VOTOS; existen numerosos reportes de la oposición que destacan la presión de los funcionarios tricolores de varios niveles sobre los trabajadores de sus respectivas dependencias para obligarlos a votar por el PRI, así como la abierta participación en las elecciones de gobernadores y presidentes municipales tricolores y el derroche de recursos públicos que hicieron en la campaña de Peña Nieto para orientar el voto de los ciudadanos sin partido hacia su candidato.
4.- La oposición considera que ESTA HA SIDO LA CAMPAÑA MAS COSTOSA EN LA HISTORIA DE MEXICO; y en consecuencia, que se rebasaron los topes de campaña autorizados por el IFE.
5.- MANIPULACION DE LA INFORMACION EN LOS MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN, EN PARTICULAR TELEVISION Y PRENSA, favoreciendo a Peña Nieto, incluso a través de supuestas encuestas.
6.- NEGLIGENCIA DEL IFE Y FALTA DE ACTUACION DE LA FEPADE, al no atender ni castigar conductas y acciones sancionadas en el Código Federal de Procedimientos Electorales, COFIPE, como las ya mencionadas en puntos anteriores, y que fueron debidamente denunciadas a esas autoridades.
La compra de votos ya fué, aunque a destiempo, considerada como inaceptable por el Presidente Calderón, aunque nosotros creemos que más bien sólo lo hizo porque le remordió la conciencia al ver que su candidata, o más bien la de su partido, Josefina Vázquez Mota, quedó en un lejano tercer lugar y que el equipo del presidente en poco o nada le ayudó, el propio Calderón reconoció de inmediato el triunfo de Peña Nieto.
Ahora lo interesante será saber que pasará con esas impugnaciones y denuncias, sabemos de antemano que la elección presidencial no se anulará por ningún motivo, pero podrían quizá imponerse sanciones a los partidos,  sobre todo al PRI,  sinceramente no lo creemos, sin embargo hay que darles a las autoridades electorales el beneficio de la duda, a lo mejor nos sorprenden.
Por otra parte es necesario que los tricolores tengan presente que su candidato ganó una elección presidencial con el segundo puntaje porcentual más bajo en la historia del PRI, el 38.21, que es lo que representan los 19.2 millones de votos que obtuvo, lo cual también  significa que el partido tricolor desde Ernesto Zedillo, que ganó con 17.8 millones de votos de un padrón electoral de 39.23 millones, que representaba el 48.7 por ciento hace 18 años, solo ha crecido en 1.4 millones de votos, cuando el padrón electoral en estas últimas elecciones ha crecido ya en un cien por ciento, o sea, 79.5 millones de ciudadanos; de lo anterior se desprende que Peña Nieto tiene un rechazo de casi 62 por ciento, es decir tres de cada cinco votantes, y que en relación con el total de ciudadanos empadronados tiene una aceptación del 24 por ciento, o sea que sólo uno de cada cuatro mexicanos apoyó al partido tricolor y a su candidato.
Lo anterior debe ser motivo de una profunda reflexión, Peña Nieto, al llegar a la presidencia deberá tratar de conciliar los diversos intereses políticos en el país y dialogar abierta y claramente con quienes opinan de diferente manera, incluyendo a López Obrador y tratar de cicatrizar las heridas y los radicalismos,esperamos que tenga la inteligencia y la capacidad de gobernar democráticamente para todos, y desde luego, negociar con la fuerzas políticas de oposición, que sumadas en el Congreso Federal, serán mayoría.
Ojalá que los funcionarios y gobernadores tricolores no pierdan el piso y se sientan dioses del Olimpo en lugar de servidores públicos; que no olviden que viven de nuestros impuestos, muchos ciudadanos se sienten agraviados  por las arbitrariedades de los gobernadores y funcionarios como los que padecimos durante el sexenio de la muerte de Ney González, a quien tanto protegen las autoridades tricolores para evitar el juicio político, ojalá que Roberto Sandoval no proteja a este depredador para que la sociedad recupere la confianza en los políticos.



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