Nos causó
una muy desagradable sorpresa la lectura del excelente artículo publicado en
este prestigiado diario REALIDADES por el amigo Jorge Aguayo, donde claramente
y al detalle pone al descubierto posibles malos manejos o fraudes contra el
patrimonio de la UAN, y el riesgo en el futuro inmediato de las pensiones y jubilaciones
del personal administrativo y docente de nuestra querida Universidad Autónoma
de Nayarit.
Por lo
anterior, hemos querido retomar el asunto
tan espinoso y turbio del Fondo
de Pensiones.
Como
antecedente, vale la pena señalar que a raíz de un movimiento de inconformidad
que se generó al interior de la UAN, en los años de 1988-1989, en el que
participamos maestros, estudiantes y trabajadores descontentos con el manejo
administrativo y financiero turbio, arbitrario, a espaldas de la comunidad
universitaria, y con antidemocracia en
su manejo interno en aciagos tiempos de Salvador Villaseñor, quien como rector hacía
y deshacía lo que le venía en gana, con la anuencia del Gobernador Celso H. Delgado.
Como has de
imaginar, amable lector, ese movimiento no prosperó ni se logró trasparencia
financiera, ni democracia interna, lo único que pudo lograrse fué precisamente
que desde 1989, se empezara a practicar a la UAN una auditoría externa por un
despacho de contadores públicos, que todos los años ha emitido dictámenes u
opiniones limpias, es decir, sin observaciones o salvedades importantes.
Sin embargo,
el Fondo de Pensiones, como tal, nunca ha sido revisado o auditado, ni se han
trasparentado sus ingresos y egresos desde que se formó con aportación federal
como capital semilla a finales del 2002, con la cantidad de 139 millones
aproximadamente, la UAN, los maestros y trabajadores administrativos empezamos a hacer aportaciones a partir del
año 2003, pero lo curioso del caso, es que no existen o no se rindieron cuentas
jamás de los ingresos por aportaciones e intereses ni de los pagos de pensiones
durante los tres años del 2003 al 2005, sino que se empezó a dar información
hasta el año 2006, como bien lo señala el amigo Aguayo.
Ahora bien,
resulta que las cifras del despacho Salles, Sainz-Grant Thornton, en sus
auditorías realizadas desde el años 2006, (primero en que se incluye en la
auditoría y en la contabilidad al Fondo de Pensiones), con excepción del año
2007, JAMAS HAN COINCIDIDO CON LA ENVIADAS AL CONGRESO DEL ESTADO A TRAVES DE
LAS CUENTAS PUBLICAS ANUALES; a pesar de esto, nunca han investigado nada las
autoridades rectorales responsables del
manejo del fondo, lo cual podría ser síntoma de un mal manejo financiero por un
lado, o bien, que la auditoría no se hizo adecuadamente, o ambas cosas.
Lo peor de
todo es que las diferencias entre el Despacho de Auditores y las cuentas
públicas son inmensas, y además, resulta poco creíble que las pensiones según las
Cuentas Públicas PUEDAN DISMINUIR DE UN AÑO A OTRO; por ejemplo: del 2010 al
2011, resulta que en 2010 se pagaron
$310,559,676.00 de pensiones y en el 2011 se hayan pagado
$207,705,529.00, es decir 33 por cierto menos, cuando el número de jubilados
aumenta cada año y además los montos de las pensiones aumentan en función de la
inflación o los aumentos de los salarios mínimos. Este mismo fenómeno de disminución
de pago de pensiones se dió del 2008 al
2009, donde según las Cuentas Públicas se pagaron $166,378,797 en 2008 y $154,510,617 en 2009,
es decir una disminución de casi 12 millones o el 7 por ciento menos; estas variaciones
son contra la lógica y el sentido común, y sin duda merecen una investigación.
Resalta a
la luz de lo anterior que el Fondo de Pensiones debe ser objeto de una muy
detallada auditoría para deslindar responsabilidades desde su origen en el
2003, para tomar las medidas necesarias con el fin de evitar su insuficiencia
en el corto plazo, pues de este recurso depende el sostén de más de mil familias de maestros
y trabajadores de nuestra máxima casa de
estudios.
Es
necesario destacar que todos los gobiernos, desde Don Emilio M. González hasta
Roberto Sandoval han soslayado la revisión a fondo de las cuentas
universitarias, bajo el pretexto de una autonomía entendida como
extraterritorialidad o impunidad absoluta con la que los recursos financieros
se han manejado de manera discrecional y arbitraria al gusto de los diferentes
rectores y los mal llamados tres sectores de la universidad, que son el
Secretario General del SPAUAN (maestros), Ing. Porfirio López, quien es al
mismo tiempo presidente municipal de San Blas, el presidente de la FEUAN de
apellido Aldrete (por los estudiantes) y el secretario general del SETUAN, el
Sr. Luis Manuel Hernández Escobedo ( por los trabajadores administrativos), es
pertinente mencionar que los dos primeros son priístas.
En las
cuentas públicas de la UAN, nunca se ha aplicado la Ley
de Transparencia, esta anomalía se extiende desde luego al Fondo de Pensiones,
que se caracteriza por su opacidad y por el ocultamiento que se ha hecho de la
información financiera relativa.
Como
muestra, hacemos el comentario de que en la Unidad Académica de Comercio y
Administración, nombramos los maestros como representante de esta importante
escuela ante el Fondo, al Sr. C.P. Mario Vázquez, catedrático de la misma, hace
aproximadamente siete años, y jamás le proporcionaron información alguna,
siempre se negaron, por lo que el maestro Vázquez tuvo que renunciar al puesto
y la opacidad, junto a la
corrupción no han cesado desde el 2003.
Nos gustaría que el nuevo rector, amigo C.P. Juan López, a quien consideramos
una persona honesta, tome cartas en este asunto del Fondo y transparente con
una auditoría externa especial los movimientos de ingresos y egresos desde su
fundación (2003) hasta la fecha, esta sería una medida que seguramente todos
los universitarios aplaudiríamos.
Ojalá que
la militancia priísta del secretario general del SPAUAN y del presidente de la
FEUAN, quien además es diputado suplente de Roy Gómez no les otorgue protección
adicional ante la posibilidad, muy remota por cierto de una verdadera revisión
de cuentas o auditoría.
No debemos
olvidar que el presupuesto de la UAN se constituye con los impuestos que
pagamos todos los ciudadanos, incluyendo a los que no son universitarios,
asimismo, hay que destacar el hecho de que contrariamente a cualquier otra
institución pública o de gobierno, los jubilados o pensionados indebidamente
siguen haciendo pagos o aportaciones al mencionado fondo, como cuando eran
activos.
Como
consecuencia de lo anterior, considerando las cifras mencionadas para el 2011
en la cuenta pública tenemos la siguiente proyección:
SALDO DELFONDO AL 31 DE DICIEMBRE 2011, $ 93,315,323
más:
Aportaciones estimadas 2012
(aumentadas 5% sobre 2011) $178,555,650
Menos:
Pensiones estimadas 2012
(aumentadas 5% sobre 2011) $218,090,250
Déficit 2012 (estimado)
$ 39,534,600
Saldo estimado al 31-diciembre-2012 $ 53,770,723
Este
saldo estimado al 31 de diciembre del 2012, resulta ser inferior al saldo
inicial al constituírse el fondo en más de 85 millones como resultante de la
siguiente resta:
Saldo al 1º de Enero del 2003 $ 139,000,000
Menos
Saldo estimado el 31 de diciembre de 2012 $
53,770,000
Disminución del 2012 $ 85,230,000
Lo anterior nos lleva a considerar que en el año
2013 podría agotarse el Fondo de Pensiones de la UAN
¿Usted qué
opina amable lector?
Sus críticas y
comentarios al correo: despachosimancas@hotmail.com