UN POCO DE
TODO
ADIÓS AMIGO
LUIS IGNACIO
POR ANTONIO
SIMANCAS ROBLES
El día 25 de abril, presenciamos y participamos en la
misa de cuerpo presente en donde le dimos el último adiós a nuestro inolvidable y gran amigo el Lic. Luis
Ignacio Bañuelos Gutiérrez, quien después de más de dos años y siete meses de
soportar y luchar contra una difícil y limitante enfermedad, finalmente fué
llamado por Dios a descansar al lugar de eterna felicidad, sin sufrimiento y
disfrutando de la Presencia Divina y de sus seres queridos que lo antecedieron
en el viaje.
Los amigos
que convivimos con él durante muchos años, en mi caso, más de treinta,
recordaremos siempre con gran afecto y nostalgia al hombre bonachón, servicial,
amante de la buena música, los buenos vinos y licores, las excelentes charlas
políticas y, de manera particular; excelente narrador de chistes y anécdotas jocosas,
recuerdo muy bien uno SOBRE LA LÓGICA que le pedí que me contara muchas veces.
El amigo
Luis Ignacio, o el gordo, como le decían algunos amigos, (yo le decía hijo o
diputado), siempre tenía un abrazo o una palabra de aliento para todos, tenía
un espíritu optimista casi siempre.
Tuvo una
vida muy plena, desde muy joven lo atrajo la política, fue líder estudiantil en
la Universidad de Nayarit, cuando todavía no era autónoma; durante el tiempo
que estudió en la escuela de economía y desde la preparatoria, en esos lejanos
tiempos estudiantiles, le tocó coordinar las actividades de la Feria de Tepic,
cuando la organizaba la antes citada Universidad de Nayarit.
Fué
también, poco tiempo después, dirigente juvenil de la CNOP del PRI, cuando el
amigo Félix Torres era Presidente Estatal
de este partido, posteriormente fué Secretario Particular del Gobernador,
General Rogelio Flores Curiel, durante todo su sexenio de 1975 a 1981, también
fué empresario mueblero y restaurantero durante varios años, volviendo a
participar en la política junto a varios amigos, incluyéndome a mí, en el año
1996 en el proceso interno para la selección del candidato del PRI a la
Presidencia Municipal de Tepic, apoyando, como siempre, a Toño Echevarría,
resultando triunfador en este proceso el amigo Félix Torres, quien además, ganó
la presidencia de Tepic por segunda vez.
Luis
Ignacio participó destacadamente en la lucha, al interior de la UAN, por
democratizar los procesos internos de elección de las autoridades
universitarias, la transparencia financiera, elevar el nivel académico de los
alumnos y la dignificación del SPAUAN al que perteneció durante más de 30 años,
que desde el tiempo que dejó la
dirigencia el amigo Lic. Héctor Béjar Fonseca, se convirtió en una simple
oficina de trámites al servicio del rector en turno.
El amigo
Luis Ignacio Bañuelos fué sin duda uno de los pilares importantes de una lucha
desigual contra la corrupción que se apoderó de la UAN desde tiempos de
Salvador Villaseñor, que ocasionó una
huelga de varios meses allá por los años de 1988-1989, con motivo de la cual
nos enfrentamos muchos maestros y alumnos de aquel tiempo, no sólo al rector
Villaseñor y sus porros, sino también al entonces gobernador Celso Humberto
Delgado, quien protegió y encubrió la corrupción en la UAN, por lo que
recurrimos a denunciar al rector y al gobernador ante el entonces presidente
Salinas de Gortari; lamentablemente este movimiento reivindicador de la
democracia, la transparencia y rendición de cuentas en nuestra máxima de
estudios, fracasó, lo único que se logró fué la renuncia de Salvador
Villaseñor, pero esa es otra historia.
Tres años
después de la precampaña por la presidencia municipal que ganó Félix en 1996,
ya en 1999, de nueva cuenta Luis Ignacio y otros amigos participamos en la
precampaña y campaña hacia la gubernatura de Toño Echevarría, que inició con un
desayuno el 28 de enero de ese año, fecha en la cual se empezó a construír una
estructura política a base de amigos que habría de llevar al triunfo por
primera y única vez en Nayarit a un candidato no priísta, como producto de una
alianza PAN-PRD-PT-PRS, el 4 de julio de 1999.
En la
campaña de Toño Echevarría, junto con sus amigos Roberto González, Jorge
Bañuelos, este escribano y otros que se sumaron después, trabajó en la
promoción y la consolidación de la estructura política de Toño Echevarría a
nivel estatal; que habría de ser en buena medida, la plataforma de su gobierno.
En el
gobierno de Toño, ocupó varios puestos muy importantes; fué su Secretario
Particular, Subsecretario de Participación Ciudadana y Subsecretario General de
Gobierno.
Existen
miles de anécdotas que podría recordar de los muchos momentos que tuve el
privilegio de convivir con Luis Ignacio a lo largo de los más de 30 años de
amistad, aunque lo conocí desde nuestra infancia, pues entre Doña Coco su mamá,
y la mía, ambas ya fallecidas, hubo una buena amistad desde su temprana
juventud; compartimos el pan, la sal y el vino numerosas ocasiones, así como
muchas noches de bohemia, donde destacó siempre por su buen humor y don de
gentes, creo que se fué con la tristeza de no haber llegado a ser diputado de a
deveras, no como los que tenemos, sin duda hubiera hecho buen papel.
Fué un buen
hombre, excelente padre, hermano y amigo, supo disfrutar la vida y jamás le
hizo daño a nadie en forma deliberada, mucho lo vamos a extrañar sus amigos,
quiero repetir aquí una frase de Alberto Cortés, que el sacerdote expresó en la
misa de cuerpo presente: “Cuando un amigo se va, deja un espacio vacío, que
nunca puede llenar la llegada de otro amigo…”
Que Dios
les dé resignación a su esposa Doña Olivia, mujer extraordinaria que lo apoyó
con gran amor y fortaleza durante su vida, y sobre todo, en sus años de
enfermedad, a sus hijos y a sus hermanos.
¡Que
descanse en paz el inolvidable e insustituíble amigo Luis Ignacio Bañuelos Gutiérrez,
y que allá en el cielo cantes muchas canciones con Doña Coco acompañados por
Agustín Lara, Álvaro Carrillo y otros grandes de las música popular y la
bohemia!, ¡ADIÓS AMIGO, YA NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR!