Para terminar con este tema, sólo comentaremos que el grupo que encabeza Pedro Gómez Villaseñor como candidato a la presidencia del Comité Ejecutivo Estatal del PAN se ha caracterizado por estar a las ordenes del virrey, y son los más interesados en que su partido sea un fantasma político en Nayarit, perdiendo todas las elecciones en el estado para facilitar el triunfo de los tricolores; previo el pago de huesos plurinominales y en el gobierno del cacique.
Este grupo de vividores integrado por delegados federales (con dos excepciones) dos diputadas federales que nada han hecho por su estado y su país más que aprobar aumentos de impuestos, que son Doña Felicitas y Doña Ivideliza, junto con dos diputados locales y los grupos conocidos con cacarizos y caperuzos a los que pertenecen personalidades como los gemelos Villaseñor expulsados del PAN, pero muy bien acomodados en el gobierno estatal y federal, verdaderos maestros de Pedro Gómez en el arte de vivir del presupuesto sin caer jamás del alambre (nómina).
Pedro, y sus seguidores están guiados por su interés personal y obedecen incondicionalmente al actual virrey; cabe mencionar también que este grupo es prácticamente el mismo que prometió y promovió la candidatura del ignaro alcalde Roberto Sandoval cuando se decía que los tricolores no le darían su candidatura a la presidencia municipal de Tepic y esperaron hasta la última hora del último día de registro de candidatos que fuera rechazado por el PRI para registrarlo por el partido azul, con lo que demostraron su mediocridad política y su falta de liderazgos propios con presencia y arrastre popular; al final de cuentas registraron a Don Zeferino Ramos, quien desde luego perdió pero ganó una regiduría plurinominal a cambio de su “sacrificio”.
Este triste, y esperamos que también minoritario grupo, es el que no quiere una alianza ganadora política y de gobierno integrada por el PAN-PRD y la sociedad civil, sino que obedeciendo consignas del señor feudal que nos gobierna están promoviendo desde ahora la candidatura a la gubernatura por el PAN del peor de los aspirantes; sí amigo lector, de Roberto Sandoval, en el caso de que sea rechazado por su partido el PRI, para matar dos pájaros de una pedrada, evitar la alianza y por consecuencia hacer ganar al partido tricolor con el candidato que quiera imponer el virrey.
Así pues, estos vividores que impulsan a Pedro tienen dos objetivos, en primer lugar, evitar la alianza y en segundo, y como consecuencia hacer de nuevo perder al PAN y contribuír de manera definitiva al triunfo tricolor, tal como lo hicieron en las elecciones estatales del 2005; por lo que resulta inexplicable la participación del Dr. Miguel Ángel Navarro, en este grupo entreguista.
Todas las alianzas político-electorales y hasta militares que se han hecho y las que seguirán haciendo en México y en todo el mundo, tienen un fin que va más allá de las ideologías, en la segunda guerra mundial se aliaron las potencias mundiales más emblemáticas de los dos sistemas económicos y sociales más opuestos; Estados Unidos representando el capitalismo o liberalismo y la Unión Soviética representando al socialismo o comunismo es decir, se juntaron la derecha y la izquierda por encima de sus ideologías para aplastar a la Alemania nazi y al nacional-socialismo junto al imperialismo militarista del Japón; en defensa de sus intereses vitales, pasaron por encima de sus ideologías.
De la misma forma, en México ante la enorme posibilidad de regresar en el 2012 al autoritarismo y al estado totalitario que representan los tricolores, con toda su cauda de corrupción, impunidad y nepotismo; los demás partidos representativos de la partidocracia, el PAN y el PRD, tienen que pactar alianzas electorales y de gobierno sólidas y sobre bases firmes y duraderas, que garanticen la supervivencia de nuestra incipiente democracia, con pluralidad y respeto a las diferentes corrientes de opinión y sobre todo a los derechos humanos y civiles de todos los ciudadanos; estoy seguro de que la mayoría de los mexicanos no deseamos volver a la época de las cavernas de la dictadura priísta, no queremos regresar a los tiempos de Gustavo Díaz Ordaz ni a los de Carlos Salinas de Gortari.
Los partidos, para desgracia del 86 por ciento de mexicanos sin partido, son los únicos que pueden impulsar las alianzas estatales necesarias para terminar con los caciques tricolores que para vergüenza de nuestra patria todavía existen en México, por ejemplo en Oaxaca, Hidalgo, Puebla, Durango, Nayarit, etc, y que siguen impidiendo el progreso y desarrollo de nuestro país por la corrupción e impunidad que los caracteriza, ése es precisamente el peligro que corre México para el 2012 si regresaran los tricolores a los Pinos con el primer actor de Televisa Enrique Peña Nieto, por eso ya proponen desde ahora los tricolores una modificación Constitucional de la sobrerepresentación para tener una mayoría absoluta (51 por ciento) en el Congreso Federal para aprobar las Leyes y decretos que quieran, es decir, para volver al poder absoluto de los años 70, o como en la actualidad ocurre en Nayarit, en donde nuestro virrey puede presumir como Luis XIV: “El Estado Soy Yo”; sin importar que ya hayan pasado casi 250 años despúes de que lo dijo este monarca francés.
Tristemente, los gobiernos tricolores nunca se han democratizado, sólo han sido objeto de un tenebroso gatopardismo, es decir, cambian para seguir igual, a esto se debe el pánico de muchos mexicanos a que regrese el PRI a los Pinos en el 2012, como bien dice Denisse Dresser.
Por todo lo anterior, resulta muy lamentable que gente como Pedro Gómez y su grupo, al venderse al gobierno tricolor, como lo han hecho siempre, no tengan en cuenta que perjudican en primer lugar a su partido al mantenerlo sin fuerza y sometido, y en segundo lugar, pero aún más importante, pueden impedir el avance y desarrollo del estado en todos los aspectos económicos, políticos y sociales al facilitar la consolidación del cacicazgo a través de gobiernos y políticos peleles que no buscan el progreso, sino el continuismo.
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