Como ya lo hemos dicho, al nuevo gobernador le tocó bailar con la más fea, es decir, recibió un estado con serios problemas de seguridad, finanzas en bancarrota y una administración en completa anarquía, situaciones inéditas en la historia de Nayarit.
Nunca había iniciado un gobierno estatal en tan deplorables condiciones, después de un gobierno corrupto e irresponsable como el de Ney M. González, que no tiene paralelo en la vida del estado.
A Roberto le corresponderá “desfacer todos los entuertos” que le hereda su nefasto antecesor, al parecer ha empezado bien; nombró en los pilares de gobierno, la Seguridad y la Procuraduría General de Justicia, junto con las Finanzas, a personas muy capaces y honestas, como son los casos del Lic. Javier Germán Jiménez en la Procuraduría, y de los militares; el General Alonso Campos Huerta, designado para la Secretaría de Seguridad pública y el Coronel Silvestre Chávez a la Policía Estatal; el Ing. Gerardo Siller en la Secretaría de Finanzas, sin omitir desde luego al Secretario General, como responsable de la operación política, el amigo Pepe Espinoza Vargas.
A todos los demás funcionarios de primer nivel, tenemos que darles el beneficio de la duda y esperar que demuestren su capacidad apoyando al nuevo gobernador en la tremenda responsabilidad de sacar adelante a Nayarit, estado actualmente siniestrado social y económicamente, con gran desempleo y un sector agropecuario más empobrecido que nunca.
El reto de Roberto Sandoval es sin duda muy grande y todos esperamos que haga un buen gobierno para todos, que sea un hombre honesto y de trabajo que cumpla con sus compromisos, no como el anterior personaje perverso y demagogo que nos desgobernó.
A la inmensa mayoría de los nayaritas pensantes nos gustaría que Roberto pudiera hacer un análisis detallado y profundo de la enorme deuda pública que dejó su antecesor, para que por su propia salud política informe al pueblo exactamente cuánto se debe, y a qué se destinaron esos más de 5 mil millones de deuda que heredó; ésto, sin duda le daría más credibilidad ante la sociedad: sería una importante muestra de transparencia, en contraposición a la opacidad con que se manejó la administración anterior en todos los aspectos, pero sobre todo en lo financiero.
También va a ser muy importante que Roberto no permita la intromisión del anterior desgobernador, como ya trató de hacerlo al pretender vetar en el Congreso del Estado, por medio de los diputados de la ola roja que impuso y todavía le son fieles, la aprobación o ratificación del Lic. Javier Germán Rodríguez Jiménez, como Procurador General de Justicia, por no gozar de las simpatías del autócrata ex – gobernador.
Ojalá que Roberto se sacuda pronto de esa tutela que resultará un verdadero lastre para su gobierno; hay muchas cosas que rectificar y enmendar para el bien de los nayaritas y de su gobierno, Nayarit ya merece una mejor administración, que se maneje con AUSTERIDAD, HONESTIDAD y TRANSPARENCIA, el cambio debe empezar a sentirse ya en todo nuestro sufrido y atrasado estado en todas sus regiones y municipios, que, con excepción de Bahía de Banderas (Riviera Nayarit), fueron abandonados a su suerte por el gobierno anterior.
Creemos que Roberto debe escuchar y apoyarse en los muchos ciudadanos de buena fé que desean el bienestar y el progreso del estado y no en las mafias políticas que sólo persiguen intereses personales.
Como simples ciudadanos tenemos la necesidad de un gobierno equilibrado, que priorice adecuadamente las necesidades del pueblo y no actúe con base en caprichos, ocurrencias o intereses personales, es decir, que haga todo lo contrario a lo que hizo Ney.
Vivimos en Nayarit una etapa crítica en todos los aspectos, por eso, los actos de gobierno deben ser bien estudiados y ejecutados, no más improvisaciones, proyectos descabellados ni saqueo de los recursos del pueblo.
¿Usted qué opina, amable lector?
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