A todos los
universitarios nos dió gusto que el gobernador Roberto Sandoval haya hecho
entrega de los 47 millones doscientos treinta mil pesos del impuesto del 12 por
ciento que quedó a deber a la UAN el ladrón ex gobernador Ney M. González, más
3 millones 812 pesos correspondientes a la nueva administración.
Sin
embargo, no dejan de causarnos sorpresa las declaraciones que con frecuencia
hace (de dientes para afuera) nuestro nuevo gobernador contra el mayor
depredador que ha conocido Nayarit, Ney M. González, en el sentido de que dejó
las arcas vacías, o que saqueo las finanzas estatales la “rata mololeña”, la
última vez que expresó públicamente lo anterior fué precisamente el pasado 5 de
septiembre en el evento de entrega a la Universidad Autónoma de Nayarit de los
recursos antes mencionados.
Decimos que
nos causa sorpresa esa afirmación muy cierta pero por demás incongruente, en
virtud de que si en realidad quiere el Sr. Gobernador, tiene en sus manos todos
los elementos jurídicos, contables y financieros así como las instancias de
gobierno que puedan castigar la conducta rapaz y deshonesta de Ney y su
pandilla, pues de él depende la Procuraduría General de Justicia, la Secretaría de la Contraloría,
la Secretaría de Finanzas, y además se encuentran supeditados de hecho a su
voluntad los diputados del PRI y sus satélites, las rémoras del PANAL y del
PVEM que son mayoría en el estado, así como también la tapadera de los
desfalcos que es el Órgano de Fiscalización Superior del Estado, de tal suerte
que si en lugar de quejarse del enano perverso, ordenara a todas la instituciones
antes mencionadas, empezando por el Congreso Local a que den procedencia al
Juicio Político y continuando con denuncias penales ante la Procuraduría
General de Justicia, por conducto de la Secretaría de Contraloría y del Órgano
de Fiscalización Superior del Estado, sin duda podría no sólo sancionar con
cárcel a Ney, sino incautarle dinero y bienes por muchos cientos de millones de pesos que mucha falta le hacen al
estado.
Eso es lo
que en realidad aplaudiríamos todos los nayaritas y sería un ejemplo para las
presentes y futuras generaciones de políticos demagogos y ladrones, las
declaraciones son sólo para los medios y nada le hacen al ex gobernador, quizá
le causen risa porque sabe que se burló y se seguirá burlando de sus paisanos y
de sus autoridades sin ningún temor ni rubor, a lo mejor hasta le dá un hueso
en la Secretaría de Turismo Peña Nieto. Ni modo, tal vez lo merecemos por
valemadristas e indolentes, además todos
sabemos, por desgracia; que no existe en el actual gobierno, quizá por razones
de partido político, la más mínima intención de proceder contra el depredador
Ney, esto es una verdadera lástima porque sería una inmejorable oportunidad de
posicionar y darle mayor presencia y legitimidad al nuevo gobierno de Roberto Sandoval.
Por otra
parte, resulta un poco fuera de contexto la insistencia de construír un
hospital universitario cuando el rector de la UAN ha manifestado que no es una
obra ni urgente ni necesaria, pero además generaría a las finanzas
universitarias una enorme carga adicional por concepto de equipamiento,
personal médico, administrativo y de mantenimiento que serían otros cientos de
millones de pesos que no se tienen.
Cabe
mencionar que ninguna Universidad pública en el país, ni siquiera la UNAM, que
es la más grande, tiene hospital.
Sería mejor
que se otorgara un mayor subsidio estatal a la UAN para ampliar la
infraestructura educativa con más aulas en todas las escuelas y unidades
académicas, para atender de manera más eficiente a un mayor número de
estudiantes que año con año son rechazados por falta de cupo.
El hospital no tiene una verdadera
justificación, si el gobierno quiere darle más y mejores servicios de salud al pueblo, sería más práctico y
económico que equipe adecuadamente los hospitales existentes comenzando con el
hospital General, y después todos los demás, surtiéndolos de las medicinas y materiales
necesarios para una buena atención médica.
También es
necesario señalar que no es necesario deshacerse de una parte del patrimonio
del estado, como es el terreno donde estuvieron los estadios, es decir,
venderlos, si no hay una verdadera justificación de carácter económico o
social, pues la enajenación de este terreno por cualquier motivo, deberá además
ser aprobada por el Congreso Local, aunque eso no sería ningún problema, pues
los diputados aprueban todo lo que ordena el gobernador.
Cabe
mencionar, como ya lo hemos hecho, que hay otras formas de obtener recursos
adicionales, como por ejemplo, con un plan de austeridad o una reducción de
sueldos.
Consideramos
que debe analizarse muy bien por las autoridades esa enajenación a la luz de
una verdadera necesidad que como simples mortales no podemos ver ni entender.
Ojala que el gobernador reflexione objetivamente sobre este asunto.
¿USTED QUE OPINA AMABLE
LECTOR?
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