Lo que pasa en materia de Seguridad en México, y particularmente en Nayarit son un reflejo de la mediocridad, incongruencia, cinismo y desvergüenza de los políticos; veamos algunas razones.
El pasado jueves 19 en la ciudad de México el Presidente Calderón convocó a las dirigencias y coordinaciones de los partidos nacionales, grandes y chicos a una Sesión de Diálogo Por La Seguridad, con el fin de tener un intercambio de opiniones y escuchar, sobre todo de las cúpulas nacionales posibles propuestas para el combate al crimen organizado; pues bien, a esta reunión no asistieron Don Beltrone, Coordinador de los Senadores priístas, ni Francisco Rojas, coordinador de los Diputados del mismo partido, ni siquiera tuvieron la cortesía de enviar a su vice coordinador; esto de suyo tiene importancia porque la sociedad en general, no sólo los desprestigiados políticos, con esta actitud se dan cuenta que a los partidos, sobre todo al tricolor, le vale la seguridad y el futuro mismo de los mexicanos, a estos enanos mentales sólo les interesa seguir medrando del presupuesto y alcanzar el poder en todos los niveles del gobierno, federal, estatal y municipal a como dé lugar y a costa de lo que sea, incluyendo la vida de miles de mexicanos; Don Beltrone lleno de orgullo y soberbia afirmó que tenía otra actividad programada, de tal suerte que los tricolores llenos de santa indignación optaron por no ir, tampoco asistieron los dirigentes del PT por ordenes de su propietario Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, el pastor de los Senadores tricolores se da el lujo de “invitar” al Presidente a presentar su IV informe de gobierno personalmente ante el Congreso de la Unión, para cuestionarlo.
Lo que llama la atención de esta ausencia es que quizás la cúpula tricolor con Doña Beatriz Paredes y Don Beltrone consideró que era una forma de lavar en parte la afrenta que les hicieron el PAN y PRD al ganarles las últimas elecciones en Oaxaca, Puebla y Sinaloa; como si la reunión fuera de carácter político; el mensaje que le dejan a México las cúpulas tricolores pinta en realidad lo único que a ese partido político, y quizá también a los demás les importa; el poder y los privilegios que conlleva, y que ya han tenido prácticamente durante más de 80 años en la mayor parte del país para beneficiar a una camarilla de políticos corruptos y mediocres, valiéndoles madre el bienestar y la seguridad de los mexicanos, al fin tienen guaruras, aviones, helicópteros y autos blindados.
Por otra parte realmente resulta cínica e incongruente la conducta de los virreyes tricolores tan mediocres como los de Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León y el de Nayarit que reconocen que sus policías son corruptas e ineficaces, y claman al Presidente Calderón por apoyo federal para la seguridad de sus estados y gobiernos fallidos, pero no son capaces de solidarizarse con el Presidente en la lucha contra el crimen organizado, ni siquiera sus dirigentes nacionales se dignan a asistir a una reunión nacional sobre seguridad a la que fueron convocados.
¿Qué pretenden?; ¿Qué la federación resuelva todos sus problemas de inseguridad producto de la corrupción de los gobiernos estatales?
En realidad esta situación de falta de acuerdos de los gobiernos priístas con la federación sólo es una muestra de la descomposición política que existe en el país, los partidos políticos todos, son minorías, no llegan en conjunto al 15 por ciento de los ciudadanos que integran el padrón electoral, y se han erigido como dueños de los destinos de México, esto es terrible porque a la partidocracia no le interesa el progreso, la seguridad, la democracia, la salud, la educación, la justicia, etc, lo único que buscan es poder y dinero para las mafias que los dirigen y sus cercanos seguidores, a eso obedece que en México no existan candidaturas ciudadanas o independientes, pues se les acabaría el negocio o franquicia política con el que ordeñan al presupuesto con millonadas para prerrogativas y legisladores plurinominales.
En Nayarit tenemos un autócrata que gobierna a través de los medios masivos de comunicación a base de mentiras y verdades a medias, que mantiene a Nayarit en la pobreza y la inseguridad, y ahora, para curarse en salud implementó un paquete de diez medidas para “asegurar” el regreso a clases de más de 200 mil estudiantes, tales como poner policías cerca de las escuelas, colocar 150 videocámaras en otras tantas escuelas, mochilas transparentes, programas de prevención del consumo de drogas, y lo más novedoso (e inútil) un seguro de vida para estudiantes y maestros, así como un número telefónico para que te comuniques con el gobernador y hagas denuncias anónimas, lo cual resulta muy jocoso si el mismo gobierno ha descalificado las policías estatal y municipal.
Todo lo anterior son simples estrategias mediáticas para tratar de tapar el sol con un dedo, el clima de violencia por desgracia no se detendrá con estas declaraciones del virrey, ni con el fuego del amor y los besos al crimen organizado, sino con policías profesionales, bien pagados y con funcionarios y políticos honestos y sin vínculos con los mañosos.
Las declaraciones del Senador Raúl Mejía culpando al gobierno federal del fracaso en la guerra contra el narcotráfico y exculpando a los gobiernos priístas, son a todas luces equivocadas, pues no puede haber ninguna acción del gobierno federal que pueda tener éxito si los virreyes tricolores no lo apoyan de una manera decisiva, ya que en algunos casos permiten, por corrupción de ellos o de sus funcionarios, la comercialización y el trasiego de las drogas, olvidándose de que su principal responsabilidad es proteger la vida de los ciudadanos.
En Nayarit es evidente la ineficacia del gobierno para garantizar ese derecho de todos. De nueva cuenta pedimos que renuncien el Gobernador y sus funcionarios, pues está claro que no pueden con el paquete.
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