Cada día se vuelve más indispensable que el nuevo gobernador, Roberto Sandoval, tanto por la salud de su gobierno, como por recuperar la confianza del pueblo, se dé a conocer en qué condiciones se recibieron las Finanzas Estatales, ya sabemos que están en bancarrota, sabemos que se deben mucho más de 5 mil millones de pesos, no sólo a los bancos privados y de desarrollo, sino también a proveedores, contratistas, prestadores de servicios, al Fondo de Pensiones de los Trabajadores y Maestros del Estado, etc; por lo que resulta imperativo que se realice una auditoría externa, ante la falta de confianza por incompetencia o falta de imparcialidad del Órgano de Fiscalización Superior del Estado, en manos de empleados impuestos por el autócrata que nos desgobernó; la auditoría externa es la única forma en que podrá saberse a cuánto asciende la deuda pública en realidad pero además en qué fueron gastados los multimillonarios recursos (más de 5 mil millones) de los cuales la Secretaría de Hacienda sólo reconoce al 30 de Junio del 2011 la cantidad de 4,454.4 millones de pesos pero no se incluyen los préstamos de hasta 6 meses de plazo, por no considerarse como deuda pública según la Ley de la Deuda Pública Estatal actual, modificada en el 2007 para excluír del concepto de “Deuda Pública” dichos préstamos a corto plazo.
También es necesario para saber cuánto se debe a la UAN por concepto de 12 por ciento de los impuestos estatales, en qué se invirtió el impuesto del 3 por ciento a la hotelería durante ese SEXENIO DE LA MUERTE, y cómo se manejó el Fideicomiso de Promoción Turística, que en teoría administraba el impuesto para promover el Turismo en todo el estado, o si solamente se le entregó a la Oficina de Visitantes y Convenciones de Vallarta, A.C., hasta hace poco tiempo, como un año, beneficiaria de los derechos de la marca comercial “Riviera Nayarit”, de manera arbitraria, como se hizo Todo en el Gobierno anterior.
La corrupción y la opacidad con que se manejaron las finanzas estatales, (y todo lo demás también), hace que el pueblo en general demande que Roberto Sandoval destape la cloaca de las finanzas y estatales finque responsabilidades al cacique que nos desgobernó antes de que llegue al senado el año próximo, lo cual por desgracia y para vergüenza de Nayarit, es inminente, dado lo podrido del Sistema Político Mexicano.
Ojalá que Roberto Sandoval no dude en decirle la verdad al pueblo, eso le daría autoridad moral para cambiar el rumbo hacia un Nayarit con progreso, desarrollo y menos corrupción, no debe cargar con el lastre que le dejó el anterior gobierno, para eso, es necesario que se deshaga de los funcionarios de alto nivel que participaron en la nefasta administración anterior, pues servirán para encubrir las trapacerías y desvíos del ex -cacique.
Solamente como botón de muestra de la corrupción del último año del nefasto sexenio anterior, tenemos que del último préstamo otorgado por el congreso local (con minúsculas) por 300 millones, supuestamente para el tramo carretero Cruz de Huanacaxtle-Punta de Mita, la inversión requerida era de poco mas de 58 millones de pesos según la Secretaria de Obras Públicas Estatales, más de 50 millones de pago de derechos se vía a los ejidatarios de la Cruz de Huanacaxtle, a quienes ofrecieron sólo 28.5 millones mismos que nunca recibieron, recurriendo por lo tanto al amparo, y a demandar al Gobierno del Estado por la nulidad del convenio incumplido, logrando la suspensión de la obra en cuestión; nosotros preguntamos, ¿Cuántos otros casos similares a éste existen y no se conocen?; si menos de una tercera parte del crédito era lo que se iba a destinar a la obra, y se pidieron prestados más de cinco mil millones en el sexenio; ¿Cuánto se habrá invertido y cuanto se desvió?.
Quizá de los más de 5 mil millones que se le prestaron al Estado sólo una tercera parte se invirtió (1,700 millones), y el resto se lo robaron o desviaron a otros fines, es decir, más de 3700 millones defraudados.
También sería muy sano que propusiera, como ya lo hemos señalado anteriormente una Ley de Salarios Máximos, con reducciones importantes entre el 30 y el 50 por ciento de las percepciones de los altos funcionarios de los Tres Poderes del Estado, incluyendo diputados, regidores y magistrados por igual, esta medida sin duda merecería el aplauso de todos los nayaritas, excepto los afectados; tal como ya lo está haciendo el alcalde de Santiago Ixcuintla, Pavel Jarero.
Por todo lo antes expuesto, es muy necesario que el nuevo gobernador Roberto Sandoval tome cartas en el asunto, la gente espera mucho de él, se siente muy agraviada y ofendida con el ex –cacique y no verá con buenos ojos un posible borrón y cuenta nueva, tampoco al nuevo gobierno le conviene ignorar los malos manejos que se hicieron con el dinero del pueblo y con los préstamos que nos dejarán endeudados por casi 30 años por los caprichos y saqueos del peor gobernante que ha tenido Nayarit.
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